A media campaña, Morena en problemas

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban
 

Si queremos que todo siga como está,
es necesario que todo cambie 

Giuseppe Tomasi di Lampedusa (Il Gatopardo) 

 

Exactamente a mitad de la campaña para la elección en los once ayuntamientos de Quintana Roo, las perspectivas de triunfo para Morena están a la baja, no por la “marca” en sí misma, que sigue siendo la que mayores preferencias mantiene, sino por los conflictos internos que han evidenciado marcadas debilidades en los candidatos seleccionados, que sin duda incidirán en los resultados, sea por acuerdo con el gobierno federal, o por simple impericia y hasta evidente corrupción de los contendientes.

La excepción en esta dinámica es Othón P. Blanco, en donde –sorprendentemente- Luis Gamero Barranco parece no tener contendiente, con un abanderado del “cambio” cuya candidatura en sí misma era interesante, pero implosionó desde el momento en que construyeron la planilla de Cabildo y la estructura de campaña, llena de impresentables que hacen ver al muy mal gobierno de Otoniel Segovia como “aficionado”, en el arte de hacer de los presupuestos públicos, fortunas privadas. En ese contexto, al también empresario funerario parece que le construyeron deliberadamente el mejor de los escenarios para que, sin confiarse, llegue al triunfo el próximo 06 de junio. En donde al parecer se sigue la misma tendencia es en Isla Mujeres, pero con Fernando Bacelis, aunque mediciones de este municipio prácticamente no se han difundido.

En los otros tres municipios en donde gobiernan Morena y el Partido Verde Ecologista (PVE): Benito Juárez, Puerto Morelos y Solidaridad, los candidatos han perdido entre 10 y 15 puntos de preferencia desde la víspera de las campañas hasta la mitad de las mismas que se cumple este miércoles. Los principales factores son la descomposición interna, los malos alcades y alcaldesas, sus escándalos de corrupción y que no tienen nada que ofrecer que los haga diferentes a los que les antecedieron y que tanto acusaban de aprovecharse del cargo. Los que se quieren reelegir, aseguran que, “ahora sí”, harán lo que debieron hacer en los tres recientes años, y no tienen mayor oferta que “colgarse” de la imagen presidencial y sus proyectos de asistencialismo. Así de malos.

María Hermelinda Lezama Espinosa ha perdido 15 puntos de preferencia desde que iniciaron las campañas, en Benito Juárez; situación similar en Solidaridad, con Laura Beristain Navarrete; y en Puerto Morelos, donde solicitó licencia Laura Fernández Piña, la candidatura de Blanca Merari Dziu Muñoz, parece simplemente transcurrir en la intrascendencia, los únicos activos parecen ser el apoyo de la ahora aspirante a una diputación federal, la candidatura del Verde Ecologista y ser “viuda de Nacho”, como aparece toda su publicidad. En los municipios donde busca ser gobierno, como Cozumel y Tulum, los morenistas tienen ventaja, pero las administraciones actuales, la de Pedro Joaquín Delbois y la de Víctor Mas Tah, aprietan fuerte, a grado tal que, en este último municipio, las preferencias se han achicado a una fluctuante ventaja de entre el 9 y 14 por ciento en favor de los guindas, pero lejano parece ya el 20 por ciento de ventaja inicial, y aun faltan las 3 semanas más intensas de competencia.

De hecho, en un sondeo de opinión elaborado para el equipo de Morena en Tulum, si se suma la preferencia por partido, la diferencia se reduce a 9 por ciento; y en nivel de conocimiento de candidatos Mas Tah supera a Marciano Dzul Caamal, a pesar de que, en toda la historia del municipio, este último ya fue alcalde, lo fue su hermana Romalda y actualmente el aspirante moreno es regidor con licencia. Mas Tah, en contraparte, además de la presidencia a la cual ha pedido licencia, fue presidente del concejo municipal cuando se creó el ayuntamiento, en 2009, hay por lo menos un trienio de diferencia en favor del aspirante guinda. En suma, cuando se asumía que el actual presidente sería apabullado por el partido presidencial, a la mitad de la campaña, la competencia se ha acercado al empate, cuando falta la parte más intensa de la competencia.

Con todo lo anterior como contexto, ni el más “orgánico” apoyador de los gobiernos guindas se ha atrevido a negar la reducción porcentual en las preferencias, cuando mucho, de sus candidatos adelantan frases como “mantiene la delantera”, “tiene la ventaja”, “tiene la mayor intención de voto”, “ganaría si hoy fueran las elecciones”; pero falta la mitad de la campaña. En contraparte, del lado del “panrredismo”, los candidatos que no “prendieron” desde un inicio por sí mismos, destinados están a la derrota, pues el escribiente ha insistido en que el régimen tiene centrados sus intereses en Solidaridad y Tulum, y por estrategia y futuro más en el segundo que el primero, así que todos los aspirantes en el resto de las demarcaciones lucharán por regidurías, no más.

COMENTARIO MORBOSO 

Y a propósito de factores de competencia, hay algunos que no pueden dejarse de lado en la dinámica “democrática” nacional. El escribiente se refiere a los llamados “poderes fácticos” que acompañan a todos los grupos políticos. Son los que inciden de manera decisiva, aunque no siempre se identifique claramente su participación en los procesos. Son los grupos empresariales, los grupos políticos de otras entidades, los “apoyos” desde otros niveles de gobierno y, en general, todos aquellos a los que el triunfo de uno u otro bando beneficiará.

Este es acaso uno de los factores que se pierde de vista como elemento fundamental para la reelección; los intereses que ya han sido creados por los gobiernos en curso. La promesa de extenderlos “motiva” a los grupos de interés al apoyo para continuar, es ahí donde los “retadores” tienen menos competitividad, a menos que la votación sea masiva o el apoyo gubernamental de otro nivel sea hacia ese proyecto. Como en el boxeo, el retador tiene que convencer lo suficiente para destronar al campeón. Y tal vez sea esa una ventaja definitoria en las administraciones ya en curso.

Para el caso de Quintana Roo, es importante estar atentos no sólo de los apoyadores visibles, sino de los que, agazapados, pretenden mantenerse en el poder. El gobernador actual y los ex gobernadores. Félix González Canto o Jorge Emilio González Martínez, ¿o a poco cree que la campaña para diferenciar a Morena de los “verdes” es casual? ¿Las llamadas y vínculos de González Canto con diferentes candidatos, de Tulum a Benito Juárez; de Chetumal a Cozumel?

En consecuencia, la campaña puede ser o no exitosa, las tendencias pueden ser o no favorables y, las mediciones previas, pueden mostrar probabilidades diversas de triunfo; sin embargo, en términos bastante llanos, el día de la jornada electoral, como reza el dicho “el que tiene más saliva, traga más pinole”, es decir, sí, torcer voluntades a partir de la dádiva será uno de los recurrentes recursos para obtener el triunfo. ¿Le parece al lector bastante lamentable y hasta subdesarrollado? Con salir a las urnas por convicción y no por esos “estímulos” pueden cambiarse esas dinámicas. En contraparte, no quejarse de los malos gobiernos que se elijan por decisión u omisión, porque la responsabilidad es de todos; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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