A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban
Hasta la supervivencia de una banda de ladrones necesita de la lealtad recíproca
Antonio Genovesi
Creado desde finales de los años 80 del siglo pasado, entre otros por el actual canciller mexicano, Marcelo Ebrard Casaubón, el Partido Verde Ecologista (PVE) se ha constituido en una franquicia redituable no sólo por obtener cargos públicos y, como consecuencia natural, acceso a las arcas, sino porque desde ellos, entre otras cosas, los actores políticos han aprovechado su gestión para desarrollar millonarios negocios con tierras y licencias para la realización de obras públicas o privadas, a grado tal que, lejos de considerárseles garantes del desarrollo sustentable, los militantes pueden considerarse, sin ambages, depredadores del medio ambiente, sin más, pero sin menos.
Desde febrero de 2004, el entonces senador del PVE, Jorge Emilio González Martínez, fue exhibido por medio de un video en el que se le ofrecían dos millones de dólares por lograr la aprobación de un permiso para la construcción, por parte de grupo Avalon, de un hotel, campos de golf y venta de lotes con servicios, tanto en Cancún como en Puerto Morelos, y desde entonces hasta este año 2021, particularmente en el estado de Quintana Roo, los actores políticos de dicho partido han buscado siempre ocupar cargos en la administración pública que les posibilite realizar trámites similares, con la sospecha permanente de beneficios obtenidos para sí mismos o su líder político nacional.
El más reciente ejemplo ocurrió en Puerto Morelos. El juez Segundo de Distrito ordenó esta semana al gobierno municipal no aplicar el Programa de Desarrollo Urbano (PDU) aprobado apenas en marzo pasado, pues la autoridad consideró fundado el “daño inminente e irreparable” que pudiera causar su aplicación, ante lo cual determinó que todo permiso y licencia que se apruebe en esa demarcación, deberá hacerse con el PDU que estuvo vigente hasta antes de la aprobación de este ordenamiento. Resulta en realidad irónico que, a pesar de que la alcaldesa –ahora con licencia y aspirante a una diputación federal- es militante del Partido Verde, fuera exhibida su abierta intención de depredar el medio ambiente con un documento aprobado por su Cabildo y con no más de veinte minutos de discusión en el pleno. Por cierto, la aprobación de ese ordenamiento ahora frenado, se hizo a puerta cerrada.
Entre las observaciones que destacan es que el PDU ahora frenado autoriza una densidad de 200 habitaciones por hectárea y la depredación del manglar, además de la edificación de fraccionamientos en zonas inundables… ¿pues no que son ecologistas? Pero ese tipo de negocios, porque eso son, no sólo ocurren en Puerto Morelos; también en Solidaridad, pues el gobierno de Laura Beristain Navarrete ha sido exhibido por el sector empresarial de ese lugar, a través del presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Lenín Amaro Betancourt, de intentar modificar densidades y usos de suelo, para permitir en Playa del Carmen, edificaciones de hasta 12 pisos. En suma, Puerto Morelos y Playa del Carmen estarán atiborrados como Cancún. ¿No sospecha el lector que las candidaturas obtenidas por las ahora abanderadas, de Solidaridad a Cancún, fueron a cambio de negocios inmobiliarios como los descritos?
Y mire, se puede o no coincidir con las posturas políticas de actores como la Marybel Villegas Canché, pero la senadora acusó recientemente al dirigente nacional de Morena (y muy allegado a Marcelo Ebrard), Mario Delgado Carrillo, de negociar el apoyo del PVE, a cambio de entregarle a ese partido las candidaturas en Quintana Roo…y obviamente, el dueño de la franquicia debe estar feliz. La legisladora aseguró que los “verdes” operan como un ente lo más parecido a una mafia. Habría que decir que, por lo menos desde 2004, así es por lo menos en esta entidad.
Espacio faltaría para describir todos los casos en que los “verdes” han ocupado los cargos para sus negocios inmobiliarios, baste decir que, actualmente, también el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo) del Congreso del Estado, Gustavo Miranda García; junto con el dirigente estatal del PVE, Pablo Bustamente, han sido exhibidos a nivel nacional por ser integrantes del llamado “cártel del despojo”, dedicados a iniciar con falsedades juicios laborales para obtener como indemnización propiedades con valor millonario; además de que la alcaldesa Mara Lezama obtuvo una mansión, a cambio de permitir que empresarios “obtuvieran” predios sin que representara ingresos formales para el ayuntamiento de Benito Juárez. Le pagaron con una casa pues, eso dicen las denuncias en su contra.
Más que políticos pues, los “verdes” son exitosos agentes inmobiliarios, como bien han señalado colegas como José Hugo Trejo o Karina Velasco. Como reza el dicho: “por sus actos los conoceréis”, los verdes hacen negocios privados con tierras públicas, por ello se entendieron tan bien con mandatarios como Félix González Canto o Roberto Borge Angulo; por ello ven a Quintana Roo como la entidad en la que quieren que Jorge Emilio González Martínez sea gobernador. Evitarlo depende del elector desde ahora, el próximo 06 de junio.
COMENTARIO MORBOSO
Este viernes 07 de mayo, faltan exactamente 30 días para las elecciones del 06 de junio, en ellas se elegirán 21 mil nuevas autoridades en México. La mayoría simple en el Congreso federal no parece ser un problema para Morena, pero la mayoría calificada sí lo será. Lo primero asegura la aprobación de temas simples –relativamente- como los presupuestos; lo segundo se requiere para impulsar reformas, por ejemplo, constitucionales. No parece que vaya a lograrlo la 4T en la segunda mitad de gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sumado al número menor de legisladores que obtendría Morena, está el acuerdo aprobado por el Instituto Nacional Electoral (INE) para no permitir una sobre representación mayor al 8 por ciento de la votación recibida, lo cual significa que los partidos aliados no podrán ceder más allá de ese porcentaje. En consecuencia, uno de los escenarios políticos más complicados estaría por llegar al proyector gubernamental de la 4T. La oposición no ganará lo suficiente para ser mayoría legislativa, pero por ahora, parece que el objetivo es neutralizar el crecimiento del régimen. Lo cual por cierto, lograrían demasiado rápido si no se revierten las tendencias actuales. Vaya, hasta al Partido Acción Nacional (PAN) le alcanzó para tener dos presidentes y cuatro legislaturas federales. ¿a ese grado será la descomposición interna de Morena?
Por último, con este escenario, estará por verse si Mario Delgado Carrillo permanece al frente de ese partido, pues tres candidatos a gobernador le serán retirados y las inconformidades internas mantienen litigios en contra en los órganos electorales federales. Parece más fácil cambiar de dirigente, a que la desbandada de partido ocurra desde Palacio Nacional, porque ya lo advirtió el presidente, si siguen con su cochinero, se irá del partido; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.