Quedan 30 días de campaña

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban

 

Los políticos son como los cines de barrio, primero
te hacen entrar y después te cambian el programa 

Enrique Jardiel Poncela 

 

A partir de este lunes, quedan exactamente treinta días de campaña, hasta el 02 de junio de 2021, fecha en la que iniciará el llamado “periodo de reflexión”, tres días antes de la jornada electoral y, aunque es el proceso electoral concurrente más grande en la historia nacional, también es el más confuso entre los “electores racionales” y los mismos actores en competencia, pues los buscadores del voto no tienen claro si enarbolar los beneficios de la cuarta transformación republicana (4T), hablar de lo bueno que ha sido su gobierno o combatir a ese intangible enemigo denominado “mafia del poder.” Y sus competidores exactamente lo mismo…pero al revés.

Si el elector que “siente” antes que “pensar” el sentido de su voto, sale a emitirlo el próximo 06 de junio, muy probablemente Morena obtenga mayoría –simple por lo menos- en el Poder Legislativo federal. Becas y pensiones para adultos mayores son la fuerza primordial para este sector. La inmediatez del beneficio recibido, sin pensar en déficits futuros, contracción económica por pandemia y la insostenibilidad del asistencialismo. “ahora nos lo dan y antes se lo robaban. Si regresan se lo van a quedar de nuevo”, es la premisa esgrimida. Cuando el gobierno no tenga ya manera de mantener la dádiva, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador estará llegando a su fin. Entonces habrá que reactivar el discurso del regreso de “los conservadores”, ellos serán los que no atiendan a los pobres (no habrá recursos, pero dirán que se lo volverán a robar).

Sin embargo, con los primeros tres años de gobiernos de Morena, tanto a nivel federal como de las entidades, ha quedado demostrado que sus gestiones son iguales –en el mejor de los casos- a sus antecesores. Lo mismo se enriquecen que mienten; lo mismo aseguran tener compromisos cumplidos y proyectos por concretar, cuando en el poder han hecho poco, muy poco, de la misma manera que hacían los que eran criticados por ellos. PAN, PRD, PRI, Morena y los restantes cuatro partidos con registro nacional, se componen de la misma desprestigiada clase política. No es posible esperar resultados diferentes, cuando hacen exactamente lo mismo cuando tienen el acceso a las arcas públicas.

Y en ese sentido, las campañas electorales han sido exactamente iguales a las desarrolladas en el pasado. Mítines –reducidos, por el riesgo de contraer Covid19-, redes sociales inundadas de denuesto, candidato prometiendo gestiones y obras que no incumben al cargo que buscan, alcaldes buscando reelección asegurando que, ahora sí, harán lo que no han hecho durante el tiempo que han estado en el poder;  y todos, criticando al adversario, acusándolo de mentir, evidenciando sus defectuoso discurso y oferta política, como si la propia fuera verdaderamente mejor. Si acaso hubiera novedad, es que el PAN no puede ahora criticar al PRI, porque es su aliado. El PRD se frena en la crítica histórica a la “derecha” del panismo, porque ahora es su compañero de lucha; y todos, identifican a Morena como la decepción nacional del momento. Por supuesto, que a los apoyadores de la 4T, le dejaron la campaña más simple: la de decir que todos sus rivales fueron igual de malos, por eso ahora compiten juntos…y todos, de ambos bandos, tienen razón.

Lo contradictorio en el discurso se funda en que Morena no se acostumbra –pareciera- a ser gobierno. La costumbre de luchar contra las “mafias”, en el discurso obviamente, no les ha permitido mutar de propuesta. Se sienten cómodos en el discurso contestatario, ¿pero cómo serlo cuando se es gobierno? En lo local, el gobierno quintanarroense tiene mucho menos que ofrecer. Prometieron “cambio” y solo fueron la prolongación de viejos vicios. Aseguraron serían transparentes y generarían más oportunidades, pero no han pasado de funcionar “empresarialmente” para el mismo grupúsculo y con las mismas opacidades. La administración de Carlos Joaquín González ha obtenido reconocimientos en materia de contraloría, ciertamente, pero desarrollar y definir procesos administrativos no es lo mismo que honestidad, ejemplos hay al por mayor.

Más aún, en el estado, la administración local critica al gobierno federal, hasta que el presidente visita la entidad. En esas circunstancias se le alaba. De hecho, este lunes estará en Quintana Roo, ya lo verá el lector. Desde el gobierno el alabo, desde los partidos la crítica a la 4T, y la oferta política, al final, en la indefinición total. Con todo lo anterior, quedan 30 días para darle forma a las campañas; tanto del lado de la 4T, como del bando del “cambio”; y entender que ni mitin gana elección, ni encuesta mueve voluntades. Acaso, los medios impactan a la clase media, y ahí, el elector que piensa y analiza su entorno, no necesariamente cree el discurso de los aspirantes.

Por último, el escribiente puntualiza a los candidatos y candidatas que tienen 30 oportunidades a partir de este lunes para convencer al electorado, 30 días para presentar propuestas, 30 discursos que harán que los quintanarroenses salgan o no a las urnas; 30 opciones para “conectar” con quienes decidirán si acceden a las arcas, gestionan presupuestos y dirigen los destinos de los que habitamos el estado turístico más importante de México; la palabra, la tienen ustedes.

COMENTARIO MORBOSO 

Y a propósito de visitas presidenciales, este lunes, Andrés Manuel López Obrador está en Quintana Roo. El motivo de su visita es pedir perdón al pueblo maya por los agravios que el Estado Mexicano causó durante el gobierno de Porfirio Díaz. Probablemente sea importante como acto de reconocimiento y dignificación, pero más lo sería realizar obras de infraestructura (no becas, no pensiones) que los arranquen de su abandono. Hospitales, carreteras, escuelas, con suficiencia y calidad, que proyecten además su cultura y tradiciones a nivel mundial. Demostrar, en suma, que la 4T si ve a los mayas vivos, no solamente explota las zonas arqueológicas de los mayas muertos.

Ahí por cierto, estará el gobernador Carlos Joaquín González, en cuyo Plan Estatal de Desarrollo del 2016 se especifica que, el 70 por ciento de la población de Quintana Roo tenía algún tipo de carencia…hasta el 201 y de acuerdo a las estadísticas del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el 72.3 por ciento de la población estatal tenía esas mismas carencias; luego entonces, no disminuyó, por el contrario, se incrementó ¿de qué sirve entonces pedir perdón? ¿De qué sirven ese tipo de eventos, si no es solamente para el relumbrón? Más aún, si con la pandemia de Covid19, en Quintana Roo la pobreza laboral se incrementó en 14 por ciento ¿será que la petición de perdón, sea local o nacional, le sirve de algo al pueblo maya? La respuesta está ahí. Lo dicho, independientemente del partido, los gobiernos, locales o federales, son lo mismo; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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