- En entrevista con Julian Santiesteban y Antonio Callejo, empresarios revelan amenazas de Jorge Guevara Brizuela
- Reconocen que han solicitado a la Sesa atención, pero sólo ha habido silencio
Jorge Brizuela Guevara alias “El Venezolano”, que por su amistad con el gobernador Carlos Joaquín obtuvo el contrato de arredramiento de las carpas médicas Covid-19 en los hospitales de SESA de Cancún y Chetumal, no ha pagado la deuda que tiene con tres de sus proveedores y subcontratados desde el año pasado, y al contrario, los amenaza y les retiene sus bienes.
En entrevista que concedieron en el programa “Entrelíneas” en Despierta Quintana Roo, los empresarios Jorge Marzuca Fuentes, Víctor Hugo Salas y Omar Macías, que participaron en la instalación, construcción y financiamiento de las carpas, señalaron que en lugar de pagos han recibido amenazas de Brizuela Guevara hasta la fecha, por lo que los dos primeros anunciaron que recurrirán a las autoridades a denunciarlo.
Son casi 30 millones de pesos que “El Venezolano” Jorge Brizuela Guevara y su esposa Vanessa Lizeth Vargas Flores no han pagado por los servicios y bienes que les aportaron para las carpas, de lo cual está enterada la Secretaría de Salud del estado (SESA), a cargo de Alejandra Aguirre Crespo, sin intervenir para que se cumplan los compromisos adquiridos y actuando más como cómplice de la presunta defraudación en marcha.
Con esta denuncia, queda más que confirmado que, además, Jorge Brizuela Guevara descaradamente mintió públicamente al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, al que dirigió un mensaje en video y un escrito a finales de diciembre del 2020, para asegurar que él había montado las carpas médicas y que a la fecha no debía un solo peso a sus acreedores.
Y también se supo que los equipos que se utilizan en las carpas de Cancún están retenidas ilegalmente por la esposa del “Venezolano”, Vanessa Vargas, puesto que los contratos de arrendamiento que tenía con la empresa que se las proveyó, y a la cual debe más de 22 millones de pesos, se vencieron en noviembre y diciembre del 2020.
Jorge Marzuca Fuentes, que es director general de Mamita´s Group, expuso que participó en la habilitación de la carpa médica del Hospital Oncológico de Chetumal con aportación de financiamiento, del cual sólo le devolvieron la primera aportación, pero de la segunda le quedaron sin pagar hasta la fecha un millón 600 mil pesos.
Afirmó que sus tratos fueron con Jorge Brizuela y Vanessa Vargas, quienes no tenían recursos para financiar la obra.
Manifestó que Brizuela estuvo recibiendo dinero del gobierno y no estuvo cubriendo a los que pusieron las obras y la inversión para la carpa de Chetumal.
Pero cuando comenzó a pedir sus pagos, comenzaron a darle largas y finalmente Brizuela llegóa las amenazas por diversas vías.
“No tengo miedo, estoy en mi derecho no estoy actuando de mala fe ni lo amenazo, lo único que hice fue tenderle la mano; inclusive le pagué cuentas médicas cuando estuvo en un problema, es un malagradecido y un sinvergüenza”, afirmó.
Marzuca dijo que sabe que Brizuela actualmente está fuera del país, en Venezuela, mientras que siguen sus deudas con los empresarios que subcontrató para habilitar las carpas Covid-19, y sin que la SESA haga algo.
Por lo mismo, informó que acudirá a las autoridades de procuración de justicia a pedir medidas de protección por las amenazas del “Venezolano”.
Victor Hugo Salas, de la empresa Versatilidad Internacional de Cooperación Oportuna, establecida en la Ciudad de México, dijo que hizo el trato con Vanessa Vargas y Jorge Brizuela desde abril del 2020, para arrendar el equipo de las tres carpas del hospital Jesús Kumate de Cancún.
En agosto comenzaron a retrasar pagos y en septiembre de plano se acabaron, dando inicio a una relación hostil y de malos tratos, que ha llegado a las amenazas.
Detalló que Vanessa Vargas le debe 16 millones 200 mil pesos del contrato de arrendamiento de los equipos de Cancún, pero la esposa de Jorge Brizuela se ha deslindado de su compromiso.
A esa se suma una deuda de 6 millones de pesos en Chetumal, donde la deudora es la empresa Iafer, que es de Jorge Brizuela y Vanessa Vargas, y que no ha hecho ni un solo pago por equipo, personal, insumos y supervisión recibidos.
Demandó que la SESA deje de pagar a las empresas de Jorge Brizuela mientras no cubra las deudas con sus acreedores, pues el dinero que ha recibido del gobierno no lo está destinando a cubrir los costos de las carpas Covid-19, sino se los está gastando en lujos personales.
Refirió que en su caso son 16 millones 200 mil pesos que les debe la empresa de Vanessa Vargas en Cancún, y son 6 millones de pesos en el caso de la deuda de la empresa Iafer en Chetumal.
También demanda la devolución de los equipos que tienen en Cancún, porque desde noviembre y diciembre vencieron los contratos de arrendamiento y no se los entregan; de hecho, señaló que desde septiembre y octubre Vanessa Vargas y el “Venezolano” tomaron por la fuerza los equipos que no les pertenecen y hasta la fecha está cortada la comunicación.
Asimismo, pidió que cesen los hostigamientos y amenazas dirigidos por el “Venezolano”, por las cuales inclusive pidió medidas de protección para él y su madre, a los cuales además les tiene retenidas sus credenciales de elector.
Víctor Hugo Salas reveló también que originalmente la SESA lo había contactado a él para encargarse de la carpa médica de Chetumal, por la experiencia que ya tenía en otras entidades y Cancún, pero posteriormente la dependencia lo desplazó para entregar el contrato a la empresa Iafer, de Jorge Brizuela, que no tiene experiencia.
Omar Macías Collazo, de la empresa Ingeniería Solución Aporta, dijo que es la empresa que construyó la carpa en Chetumal, por lo cual la empresa Iafer le debe a la fecha 6 millones de pesos en pagos sin cubrir.
Reveló que como una cuota de entrada para obtener la obra, Jorge Brizuela le pidió como un “préstamo” que le pagara un vuelo privado Ciudad de México-Chetumal-Cancún que costó 400 mil pesos.
Realizó la obra de construcción con pagos que primero fueron normales tanto de Jorge Brizuela como de Vanessa Vargas, pero dejaron de fluir los recursos desde antes de que finalizara la obra, que fue en septiembre del 2020.
Manifestó que conoce que el gobierno del estado ha pagado al “Venezolano” la mitad del costo de la obra de la carpa, que en total es de 44 millones de pesos, pero a su empresa no llegó el dinero que está pendiente de pago.
Mencionó que a la SESA se ha comunicado para pedir el pago, pero en respuesta sólo recibe después las amenazas de Brizuela.
Como se recordará, las empresas de Jorge Brizuela Guevara y su esposa Vanessa Vargas recibieron por adjudicación directa del gobierno del estado los contratos millonarios para el arrendamiento de las carpas Covid-19.
Los contratos los obtuvieron gracias a la influencia que tienen por la relación personal con el gobernador Carlos Joaquín González, como el mismo “Venezolano” reconoció en el mensaje que le dirigió al presidente López Obrador, pues además se los dieron sin que sus empresas antes estuvieran dadas de alta en el padrón de proveedores del gobierno del estado.
Las empresas del Venezolano recibieron sólo en el 2020 en medio de la pandemia más atroz que ha padecido el mundo, contratos por más de 254 millones de pesos para la instalación de carpas médicas móviles para atender Covid-19, así como para proveer cubrebocas al sector salud.
El caso de este tráfico de influencias llegó a ser denunciado hasta en la conferencia Mañanera del presidente de la República, para la cual Jorge Brizuela grabó un video y difundió un escrito en respuesta donde aseguraba que ya no le debía nadie al 28 de diciembre pasado, lo cual ha sido desmentido por los tres empresarios que le reclaman sus pagos pendientes.