Seguramente no sabe Alberto Capella que su estrella en el gobierno federal se apagó hace tiempo, y no ahora que dejó el cargo como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Quintana Roo tras la represión de la Policía Municipal de Cancún en contra de una marcha que protestaba por el feminicidio de una joven de 20 años.
Pero dicen los que saben que Estados Unidos tiene el dedo puesto en don Alberto, contra quien existe una investigación por presuntos nexos con el crimen organizado, de la cual en Palacio Nacional ya están enterados.
Graco y capella
A quien se le debía explicar la salida de Capella de la secretaría es a Graco Ramírez, quien gracias al apoyo político que le dio al gobernador Carlos Joaquín, pudo colocar a alguien cercano a él en la dependencia quintanarroense
Sacar a Alberto Capella de la Secretaría de Seguridad es algo que el gobierno quintanarroense debió explicar a Graco Ramírez, sí, al exgobernador de Morelos, quien por cierto vive gran parte de su tiempo en Cancún.
Dicen los que saben que después de todo el apoyo político que le dio don Graco a Carlos Manuel Joaquín González para que alcanzara la gubernatura, una de las peticiones del exmandatario morelense fue colocar a alguien muy cercano a él, y eligió a Capella.
Ahora que las investigaciones estadounidenses merodean al exsecretario de Seguridad habrá que ver cómo Ramírez mueve sus piezas.
Con información de Eje central