A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban
La guerra no consiste sólo en la batalla
sino en la voluntad de contender
– Thomas Hobbes
El corazón turístico de Quintana Roo, la Riviera Maya, ha tenido un desplome económico y una degradación gubernamental que tardará, por lo menos, nueve años en poder recuperarse; siempre y cuando se inicie desde el 2021, porque a la debacle han contribuido no sólo autoridades corruptas, sino también un empresariado cómplice de lo que mal se hace, a cambio de que les permitan también hacer malas cosas en perjuicio de su principal activo: la enorme fuerza laboral de la región.
Esta región ha dado a Quintana Roo los últimos tres gobernadores, su distrito electoral federal, el 01, ha sido ocupado por Félix González Canto, Roberto Borge Angulo y, el actual mandatario, Carlos Joaquín González, este último además fue presidente municipal de Solidaridad. Ambas, la alcaldía y la diputación federal, estarán en disputa el 2021, en la elección más grande en la historia de México, y siendo también el municipio en el que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ganó más votos porcentuales en sus tres intentos de llegar al cargo, es comprensible que sea donde hay más aspirantes a los cargos por su partido, Morena.
Sin embargo, el gobierno municipal de Laura Beristain Navarrete –junto con el de Mara Lezama Espinosa, en Cancún- aparece entre los peor calificados a nivel nacional; en el ranking Mitofsky sobre 100 alcaldes en México, correspondiente a junio de 2020, Mara Lezama aparece hasta el lugar 92, y Laura Beristain en el 96, es decir, ambas con aprobación ciudadana por los suelos. Lezama alcanza apenas un escaso 26.1 por ciento de aprobación, pero está aún peor la alcaldesa solidarense, con un bajísimo 20.3 por ciento de aprobación. Es el reflejo de los excesos.
En oposición a Morena, buscan la alcaldía Lily Campos Miranda y Cristina Torres Gómez, ambas diputadas panistas, esta última ya ocupó el cargo. Pero quien se inserta como posibilidad de encabezar una coalición entre partidos y empresarios es Gabriel Mendicuti Loría, quien ha revelado la amplia asociación estratégica que se ha hecho entre el empresariado de la Riviera Maya en torno a varios liderazgos de la región. En realidad, el también ex alcalde solidarense, se ha convertido en el rival a vencer, más aún que la propia alcaldesa Laura Beristain Navarrete, quien hasta ahora aparece con pocas posibilidades de reelección. Por cierto, por Morena, están el senador José Luis Pech Várguez, Arturo Castro Duarte y algunos otros personajes con menor presencia. Si los “morenos” decidieran que su abanderado será Pech Várguez, entonces la batalla sería mucho más cerrada.
Ahora bien, esos son los contendientes, pero de entre todos ellos, destaca que Mendicuti Loría es el único que ha dado a conocer un diagnóstico público de la situación municipal. Desde su perspectiva, la economía del municipio está derrumbada y tardará nueve años en recuperarse, siempre y cuando el mejoramiento gubernamental y las prácticas de la iniciativa privada sean consistentes. “Lo mejor que tiene Solidaridad es la gente que ahí habita, y la tienen sometida con servicios públicos deficientes, con viviendas construidas en condiciones infrahumanas, con autoridades dedicadas abiertamente a la extorsión en todos los rubros y eso tiene que terminar, porque todo ello ha ocurrido también por la complicidad de una buena parte del empresariado que se beneficia de esa situación.” Lapidario, pero bastante cierto el diagnóstico.
¿Cuál será el diagnóstico de los demás aspirantes? Es esta región en donde estará el “epicentro” de la competencia electoral 2021, el municipio Benito Juárez, aunque tiene el mayor porcentaje de electores, su ciudadanía es menos participativa; lo mejor que puede pasarle a los competidores de Mara Lezama es que la población participe poco, porque puede ser derrotada por no tener estructura partidista; pero en Solidaridad habrá una competencia de “estructuras”; la de Cristina Torres, la de Mendicuti Loría, la que aseguran tener Pech Várguez y Beristain Navarrete; quien no tenga en esta zona una base social, simplemente no podrá competir; pero antes que el cargo está conocer las problemáticas que se quieren resolver.
¿Y por qué es clave la elección en esta zona? Porque habrá que ver si la elección del 2021 alcanza para construir un prospecto de gobernador o gobernadora. Habremos todos de estar atentos si de esta región llegará el cuarto mandatario al hilo, si la próxima alcaldía o diputación serán la antesala de la elección de 2022 para quienes las ocupen. Lo dicho, no todo se resuelve en Benito Juárez, la batalla más intensa estará en Solidaridad.
COMENTARIO MORBOSO
Este fin de semana estuvo en Quintana Roo el secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez. Se hicieron anuncios importantes en materia hacendaria, pero el más trascendental fue en materia de infraestructura, pues se anunció que el gobierno federal destinará dos mil millones de pesos para la construcción de los puentes sobre la Laguna Nichupté, y que el gobierno estatal aportará mil millones más. De ser así, la inversión será mayoritariamente gubernamental, pues la iniciativa privada aportaría tan sólo los mil 440 restantes para llevar a cabo la obra de infraestructura más importante del sexenio de Carlos Joaquín González.
La obra es fundamental para la zona hotelera de Cancún, se ha postergado por unos 15 años y eso ha ocasionado severos embotellamientos en el lugar, por donde pasan más de 15 mil vehículos por día. Hasta hace meses, Grupo ICA pretendía ser concesionario de la obra por treinta años, a costo de peaje de 4 pesos por kilómetro (son poco más de 8 en total); pero las condiciones de la empresa y lo extenso del periodo hacía pensar en otra gravosa concesión como la de Aguakán, que ha comprometido el cobro de agua potable hasta el año 2053 condenando a los quintanarroenses a pagar altos costos por servicios de cuestionable calidad. Esto, por cierto, ha merecido el rechazo de legisladores federales como José Luis Pech Várguez y Jesús Pool Moo.
Con la participación gubernamental federal y estatal, parece que “el bisne” se ha desactivado, porque además la concesión tiene que pasar por el Congreso del Estado, y los legisladores del Partido Verde Ecologista (PVE) ya se aprestaban a rechazar la intentona de ICA, pues José de la Peña Ruiz de Chávez, preside la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta, y Gustavo Miranda García, preside la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo). Esa aduana no la iba a pasar el pretendido proyecto.
Así, habrá que ver para cuándo radican los recursos, porque se calculan 24 meses de construcción y aún falta el proceso de licitación, por lo que es de esperarse que la obra no alcance a ser inaugurada por la actual administración estatal, dado que se terminaría hasta el 2023, pero lo bueno para los quintanarroenses es que, por los montos de inversión, será posible que la concesión sea a mucho menos tiempo y con contratos debidamente revisados y no “leoninos”, pero esa será tarea ya de la legislatura local actual, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.