El turismo global vive ahora su mayor crisis. Hubo otros momentos críticos, claro, como el generado por los atentados del 11 de septiembre del 2001 o el brote de SARS, pero nunca a semejante escala. Según el nuevo número del Barómetro del Turismo Mundial de la OMT, las llegadas de turistas internacionales se redujeron en un 65% durante la primera mitad del año. Se trata de un desplome sin precedentes causado por el cierre de las fronteras en todo el mundo y la introducción de restricciones de viaje como respuesta a la pandemia.
De acuerdo a la Organización Mundial del Turismo, el desplome de la demanda de viajes internacionales en el período enero-junio de 2020 se traduce en una pérdida de 440 millones de llegadas internacionales y de alrededor de USD 460.000 millones en ingresos de exportación procedentes del turismo internacional. Las pérdidas en ingresos por turismo internacional multiplican por cinco las registradas en la crisis económica y financiera global de 2009.
El secretario general de este organismo, Zurab Pololikashvili, afirmó que estos datos muestran “el profundo impacto que esta pandemia está teniendo en el turismo, un sector del que dependen millones de personas para ganarse la vida. Sin embargo, en muchos lugares del mundo es posible hacer viajes internacionales de manera responsable y segura, y es imprescindible que los Gobiernos colaboren estrechamente con el sector privado para lograr que el turismo mundial se ponga en marcha de nuevo. La acción coordinada es clave”.
El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) estima que la industria de los viajes y el turismo representa el 10,2% del PIB en Latinoamérica y el Caribe. “Hay una enorme cantidad de puestos de trabajo en riesgo”, había asegurado Manuel Butler, director ejecutivo de la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas (OMT). “El turismo internacional podría caer entre un 60 y 80% este año, algo nunca antes visto. Hay que tener en cuenta que esta caída cuando hay crisis económicas suele ser de un 4%”.
“El turismo vive una crisis sin precedente, que pone en riesgo hasta 197 millones de empleos en el sector a nivel global, por ello estamos haciendo hasta lo imposible para no llegar a ese escenario”, compartió Gloria Guevara Manzo, presidenta y CEO del WTTC, la primera mujer latinoamericana en llegar a este cargo.
Durante un webinar en el que participó Infobae, La recuperación de Viajes y Turismo, una perspectiva global, organizado por la Federación Internacional de Asociaciones de Ejecutivas de Empresas Turísticas (FIASEET), Guevara Manzo reafirmó una vez más una opinión que comparte con expertos del sector: “Para reactivar el sector tenemos que eliminar las cuarentenas”.
Para esto, resalta, es de suma importancia la realización de testeos y la implementación de protocolos coordinados entre el sistema público y privado a nivel global. “El testeo está haciendo la diferencia. Antes de que llegue la vacuna necesitamos testeo extensivo, rápido y confiable a la salida o en el arribo, y herramientas de rastreo”.
El principal reto en este momento, entonces, es la recuperación de la confianza de los viajeros para la reactivación del sector de forma segura.
“Nadie estaba preparado para esta crisis”, apuntó. “Pero hay que aprender de las lecciones del pasado: no tratar de reinventar o crear nuevos procesos de viaje y evitar soluciones creativas en silos. Hay que apostar a la coordinación”.
Hay cuatro principios para la recuperación, según la WTTC:
-Un enfoque internacional coordinado para reestablecer operaciones efectivas. Esto implica reabrir fronteras de manera coordinada internacionalmente entre el sector público-privado y otros países y crear posibles “corredores aéreos” a países con circunstancias similares (médicos políticos y turísticos); también remover barreras y eliminar alertas de viajes no esenciales. Se debe reemplazar las medidas de cuarentena de 14 días en todo el país y con cuarentenas para los casos positivos, en un marco internacionalmente acordado de programas integrales de pruebas y rastreo (aceptación e intercambio de datos básicos para el rastreo).
-Implementar la Seamless Journey Experience agregando componentes de salud y combinando con las últimas tecnologías: antes de la vacuna esto implica una inversión en pruebas extensivas, rápidas (menos de una hora), confiables (97% +) y de bajo costo (menos de USD 15) para aplicar antes de la salida (a personas sintomáticas y asintomáticas), además de realizar un acuerdo de marco internacional para las pruebas (tipo, proceso de solicitud, plazo). Después de la vacuna, hay que integrar potencialmente una estampa o registro digital a la información del viajero antes de que comience el viaje.
–Adopción de protocolos globales de salud, higiene y seguridad y estándares comunes: brindar consistencia, reducir el riesgo y generar confianza al viajero de que es seguro viajar nuevamente. Se deben adoptar políticas estándar (por ejemplo, dónde, cómo y cuánto tiempo usar la máscara).
–Apoyo gubernamental continuo al sector en términos de incentivos fiscales, de liquidez, protección de los trabajadores y promoción de inversiones.
En este sentido, esta entidad diseñó los protocolos de sanidad e higiene en establecimientos turísticos, basados en las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), además de considerar las mejores prácticas de los miembros del WTTC. También emitió el Safe Travel Stamp (Sello de Viaje Seguro) para reconocer a los destinos que adoptan los protocolos para el cuidado de la salud de viajeros y colaboradores. Al día de hoy, ya tienen 100 destinos con esta certificación.
“Estamos trabajando con Buenos Aires. Ya casi está autorizado”, afirmó la presidenta de la WTTC ante la pregunta de Infobae. “El protocolo es esencial para adelantarse a la apertura, que en Argentina según tengo entendido por ahora sería en octubre. Estar listo es muy importante, como tener la mesa preparada antes de que los invitados vengan a cenar. En Buenos Aires nos compartieron sus protocolos y fueron validados y les daremos el Stamp. Esto es independiente de cuando reabran”.
“Somos una industria federal que en algunas provincias llegamos a representar más de 10% del empleo. Necesitamos volver a ponernos en marcha”, manifestó Roberto Amengual, presidente de la Asociación Hoteles de Turismo. “El 97% de los establecimientos relevados en la última encuesta del IERAL confirma que cuenta con los protocolos para abrir sus puertas en forma segura tanto para los pasajeros como para sus colaboradores. Queremos transmitir ese vacío que sufren hoy los hoteles, los pueblos turísticos, y todas las actividades comerciales que giran alrededor de cada huésped que llega a un destino”.
A pesar de que la paranoia colectiva ha disminuido, se prevé que las medidas restrictivas continúen el resto del año e incluso parte del 2021. Pero no hay dudas de que la gente quiere viajar. Después de meses de confinamiento, ve la posibilidad de viajar como algo urgente y necesario para traer felicidad y estabilidad. El equipo de Estrategia de Another Company, agencia independiente regional de comunicación, desarrolló un análisis y estudio sobre esta situación y de cómo es necesario deconstruir los conceptos “viajes” y “turismo”, tal como los conocemos, con el fin de ampliar sus posibilidades y crear nuevas experiencias en esta nueva realidad, permitiéndole a las marcas y empresas conservar su lugar y relevancia.
Según sus datos, un 77% de la gente prefiere realizar viajes nacionales en lugar de los internacionales. Si se indaga sobre el tipo de viaje, la mayoría –y sobre todo los más jóvenes–, están en búsqueda de opciones que les permitan estar en contacto con la naturaleza -así lo indica el 32%-, mientras que el 25% quiere viajar al extranjero y sólo un 20% a otras ciudades.
Sin dudas, los viajes nacionales serán los primeros en reactivarse, y más tarde los internacionales con posibles burbujas o corredores turísticos, para que haya movimiento turístico entre los destinos que estén en condiciones sanitarias similares.
Como explicó Maksim Soshkin, especialista en Investigación y Análisis, Futuro de la Movilidad del Foro Económico Mundial, “la pandemia por la COVID-19 es una crisis de salud mundial, y la prioridad es la seguridad sanitaria. Los amplios recursos naturales y vida silvestre de Latinoamérica serán claves para su recuperación y son factores que atraerán a viajeros. Habría que poner el foco en la infraestructura de las áreas fuera de las grandes ciudades, porque la gente va a querer viajar a las zonas rurales”.
Los viajes de placer a destinos locales, sin aglomeraciones y al aire libre definen al turista post pandemia, según una investigación regional de Assist Card. Los resultados del relevamiento indican un crecimiento del 44% intermensual en agosto en las búsquedas de viajes realizadas por los latinoamericanos.
En este aspecto, más de la mitad de los argentinos desea volver a viajar. De acuerdo al estudio, el viajero “albiceleste” encabeza el ranking regional con un aumento del 55% en las búsquedas respecto del mes anterior. Luego le siguen los peruanos (50%), mexicanos (46%), colombianos (45%) y brasileños (43%).
A pesar de todo, en cuanto al futuro, parece probable que la demanda de viajes y la confianza de los consumidores seguirán siendo bajas e incidirán en los resultados durante el resto del año, como señala la OMT. En mayo, este organismo esbozó tres posibles escenarios, que apuntaban a declives de entre el 58% y el 78% en las llegadas de turistas internacionales en 2020. Las tendencias actuales durante el mes de agosto apuntan a una caída de la demanda más cercana al 70% (escenario 2), especialmente ahora que algunos destinos están reintroduciendo restricciones de viaje.
La extensión de los escenarios hasta 2021 apuntan a un cambio de tendencia el próximo año, basado en las hipótesis de un levantamiento gradual y lineal de las restricciones de viaje, la disponibilidad de una vacuna o tratamiento y una recuperación de la confianza de los viajeros. No obstante, a pesar de ello, el regreso a los niveles de 2019 en términos de llegadas de turistas llevaría entre 2 y medio y 4 años, según las predicciones de la OMT.
Fuente: Infobae