Autoelogio de gobierno

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban

La estadística es una ciencia que demuestra que,
si mi vecino 
tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno 

George Bernard Shaw 

 

Cuánto tiempo es el correcto para que los resultados –positivos o negativos- de un gobierno sean tangibles, durante cuánto tiempo se puede seguir acusando a los adversarios pasados de la falta de los mismos; porque en la etapa de informes todos los gobernantes –cualquiera que sea el nivel- llenan discursos y propaganda de cifras de inversión, aunque la realidad de los mexicanos siga igual que el día anterior y posterior al que los políticos de este país presentan sus “informes de gobierno.”

Este martes, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, lanzó el primer promocional de su segundo informe de gobierno (el periodo permitido es una semana antes del evento y cinco días después; lo mismo aplica para gobernadores y presidentes municipales); y desde su conferencia matutina –en respuesta a pregunta a modo of course-, el mandatario adelantó lo que considera son sus tres principales logros en el año más reciente que son, desde su perspectiva: el combate a la corrupción, su política de bienestar y cómo se enfrentó la crisis económica en México, a raíz de la pandemia por Covid 19… bueno, él eligió los temas.

Combate a la corrupción, en un momento en que han salido a la luz videos de millonarias “aportaciones” recibidas por su hermano, Pío López Obrador; política de bienestar que en dos años ha atendido más a quienes no desempeñan tarea alguna que a estudiantes, profesionistas y emprendedores. Hay asistencialismo puro y duro. Ahí sí, si gusta destacar, las pensiones a adultos mayores son del doble de monto, pero desaparecieron infinidad de programas gubernamentales que alentaban micro inversiones y el emprendimiento empresarial. Hay además una marcada escasez de medicamentos y no necesariamente derivados de la pandemia, sino por recortes presupuestales y cambio de proveedores.

Y en lo que se refiere a la atención económica de la pandemia, el presidente aseguró haber ahorrado miles de millones de pesos al no rescatar al empresariado y, en contraparte, rescatar “al pueblo”; es un hecho que no reconocerá el impacto en la pérdida de empleos por la falta de incentivos empresariales (sin hablar de la falta de crecimiento económico, el desplome recaudatorio, la empresa petrolera insignia del país a punto de la quiebra); pero además dijo que no pedirá más tiempo, que este primero de diciembre, al cumplirse dos años de la toma de protesta, mostrará la consolidación de la Cuarta Transformación Republicana y cómo este es un gobierno totalmente diferente –muy probablemente tooooodos los mexicanos entendimos mal y no se trataba de mejorar, sólo “ser diferente.-“

¿Pero en qué nivel de gobierno, en cuál informe, en qué poder de Estado habrá autocríticas y contrapesos? Los eventos mismos no parecen estar diseñados para hacer “cortes de caja”, relanzamientos de esfuerzos, renovación de compromisos. Cuando los informes convoquen al debate y los esfuerzos conjuntos podrá –a lo mejor- mejorarse; cuando ser oposición implique la realmente la responsabilidad del co gobierno y no sólo de la diatriba y el denuesto, será posible construir antes que derruir; cuando deje de verse el disentimiento con enemistades juradas; en suma, cuando se gobierne y se corrija pensando en la mejora social y no en el próximo resultado electoral, será posible. No en los próximos años y; definitivamente, no en la autollamada Cuarta Transformación Republicana, que no ha llegado a transformación, por cierto, y está concluyendo ya su primer tercio.

Luego del informe presidencial, llegará el estatal, en Quintana Roo, y luego los municipales. Hay que estar atentos no sólo a las cifras presentadas, sino también al desempeño de los órganos que debieran ser contrapeso; ¿o ya se olvidó que el Congreso estatal prometió ser revisor minucioso? Porque hay a quienes les sale lo aguerrido sólo en ese día y desde la tribuna, pero el resto del año, mansos y obedientes.

COMENTARIO MORBOSO 

LA REALIDAD DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE IN-JUSTICIA EN QR 

A propósito de informes, cifras y discursos alejados de la realidad, este martes el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo, Antonio León Ruiz, rindió su tercer informe al frente del Poder Judicial de la entidad, en el que destacó que el 90 por ciento de los juicios iniciados en primera instancia fueron resueltos; destacando miles y miles de expedientes abordados del sistema tradicional y oral, además de miles de visitas por parte del Instituto de Defensoría Pública. Lo que no dijo el magistrado –evidentemente- es que Quintana Roo se encuentra en el antepenúltimo lugar en el Ranking Nacional de Avance en la Consolidación del Sistema de Justicia Penal. ¡Zas!

En agosto de 2019, la organización México Evalúa presentó el documento denominado “Hallazgos 2018”, en el que destaca, en un puntaje de mil unidades, a Querétaro como la entidad con mejores resultados en la consolidación del Sistema de Justicia Penal, con 625 con un rango de mil puntos. En contraparte, Guerrero, Nayarit y Quintana Roo aparecen en los últimos tres lugares con 211, 218 y 228 puntos, respectivamente. El documento 2019 debe estar por publicarse y veremos los avances reales. Pero como puede verse, los discursos “floridos” y eventos de “relumbrón”, no logran tapar para siempre las marcadas ineficiencias. Temporada de informes, y apenas comienza; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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