La cancelación del mundialmente famoso festival de la cerveza, que debía celebrarse entre el 19 de septiembre y el 4 de octubre, subraya las expectativas de que el camino de regreso a la normalidad será muy largo.
El Oktoberfest suele congregar a unos seis millones de visitantes cada año en el atestado reciendo de la capital de Baviera.
“Estuvimos de acuerdo en que el riesgo es simplemente demasiado alto”, explicó el Gobernador de la región, Markus Soeder.
Soeder señaló que el evento atrae a visitantes de todo el mundo, por lo que preocupa la posibilidad de llevar nuevas infecciones a Baviera.
“No se puede mantener la distancia de seguridad ni trabajar con protección facial (en el Oktoberfest)”, indicó en una reunión con el Alcalde de Múnich.
El Alcalde, Dieter Reiter, dijo que es un momento difícil emocionalmente y, por supuesto, también economicamente para la Ciudad.
En Alemania, los eventos con grandes multitudes están prohibidos al menos hasta finales de agosto.
El país ha dado los primeros pasos para aliviar su confinamiento, permitiendo que pequeñas tiendas no esenciales reanuden su actividad esta semana, pero sigue sin estar claro cuándo podrán volver a entrar clientes a bares y restaurantes.
El Oktoberfest se había cancelado durante las dos guerras mundiales, en 1923 por la hiperinflacion en el país y por sendos brotes de cólera en 1854 y 1873, reportó la agencia noticiosa alemana dpa.
Fuente: Reforma