A más de 18 años de permanecer en prisión y más de 20 de no estar en su hogar, Mario Villanueva Madrid, ex gobernador de Quintana Roo, aseguró que “me veo, en mi casa. Soy de una voluntad inquebrantable, no me doblegan ni a palazos”.
Hoy 21 de octubre, a las 12:40 horas, se reprogramó la audiencia de seguimiento del recurso de apelación ante el Segundo Tribunal Unitario con sede en el estado de Toluca, que podría llevar a Villanueva Madrid a concluir los cerca de 20 años de sentencia que le restan bajo la figura del arraigo domiciliario.
En entrevista exclusiva para Ruptura 360, el ex mandatario estatal dijo que puede esperar el momento de estar en su casa, pues “nunca dejé de creer que llegaría la justicia, soy un hombre práctico, si hubiera hecho lo que dicen, desde el principio me doy, pero por estar tratando de demostrar mi inocencia me ha ido peor”.
Aseguró que se ve en su casa; son muchos años que salí, más de 20, y no he regresado, pero sé que volveré, por ello he soportado todo”.
De concretarse el arraigo domiciliario, reveló, viviría en una casa que tiene en Chetumal junto con su esposa. “Tengo unas ganas enormes de estar en mi casa”, reiteró.
Recordó que en lo económico muchas cosas se han perdido, los ahorros de la familia, incluida la herencia de sus padres, sin embargo, para él, eso ya es historia.
Tras la difícil situación económica por todos los gastos que ha tenido que sortear para atender su proceso legal, “está en venta nuestra casa en el Mostrenco, con todo y terreno; tengo muchas deudas y necesidades, entonces no me queda más que vender esa propiedad”.
El ex político chetumaleño dejó en claro que “no he sido preso de conciencia, siempre he sido positivo, siempre he tenido fe y siempre he mantenido la mente limpia; soy ser humano con emociones, he tenido mis bajones, pero no les doy chance un ratito, hazte a un lado le digo a los bajones”
Dijo que lo que más le ha pesado es la impotencia y cómo todo este proceso que ha llevado por casi dos décadas ha dañado a su familia. Por ejemplo, su esposa Isabel Tenorio ha tenido que llevar la carga familiar, y en parte por ello enfermó, y su hija, que padeció en su momento señalamientos en su escuela. Sin embargo la falta de cercanía y el apoyo directo para sus seres queridos es lo que más le dolió, además de no estar presente durante el sepelio de su madre, doña Toñita Madrid, en 2014.
Sin embargo, afirma no tener rencores, en lugar de amargarse buscó siempre construir en lo intelectual y buscar la forma de cómo lograr lo necesario para el sostén de su familia y para sobrellevar su proceso judicial.
Además de mi familia, el apoyo de la sociedad ha sido uno de mis más importantes estímulos, pese a que judicialmente me han tratado de lo peor y han querido desacreditar mi inocencia.
“Hace muchos años cuando yo era gobernador al final alguien me preguntó: ¿Qué desea ser al final de su mandato? Yo respondí: Solo deseo caminar por las calles de nuestra ciudad y nuestros pueblos y que me miren con respeto y si es posible, con afecto. (Ahora) a tantos años de distancia, me están viendo con afecto y eso vale oro. Es un reconocimiento que me genera gratitud a toda nuestra gente”.
Hoy en día, argumentó, cuenta con todos los requisitos para el beneficio del arraigo domiciliario, por edad y por salud, pero además con el reconocimiento de la Secretaría de Gobernación.
“Confío en que se me haga justicia, lo que queda en principio es lograr este beneficio y luego irme a mi casa”, concluyó.
Aunque Villanueva Madrid tiene confianza de que el arraigo se logre en la audiencia pendiente, ésta solo podría servir de momento para que se acepten los agravios presentados como parte de la apelación, lo cual también sería positivo para su proceso.
Fuente: Ruptura 360