El cinismo y desfachatez de Manuel Alamilla, peor que cualquier funcionario de Roberto Borge. –Graciela Machuca Martínez
Sin justificación, la Oficialía Mayor del gobierno del estado favoreció con un contrato millonario a la empresa Proyectos Integrales de la A a la Z S.A. de C.V., de Ramón Aguilar, al margen de la Coordinación General de Comunicación Social de Gobierno del Estado.
Se trata de un contrato por 6 meses, que según Manuel Alamilla Ceballos es de millón y medio de pesos, para generar los contenidos de sus redes sociales. Cabe mencionar que la página de Facebook de la Oficialía Mayor apenas tiene 11 mil seguidores, mientras que Proyectos Integrales de la A a la Z no realiza mayor producción, no tiene calidad profesional, por lo que son actividades que bien pueden realizarse desde su área de Comunicación Social o de la Coordinación General de Comunicación del gobierno del estado.
Al terminar su comparecencia, ante la XVI Legislatura, Manuel Alamilla reconoció el contrato y evadió cuestionamientos, en el sentido que se trata de un dispendio de recursos públicos.
“Tenemos un contrato que lo que hace es producir materiales para la Oficialía Mayor”, dijo el oficial mayor, quien defendió el acuerdo millonario que es únicamente para las redes sociales de la dependencia sic…. aunque es sabido por todos los empleados del Gobierno del estado que Ramón Aguilar es socio en la empresa con Manuel Alamilla.
Dicen los que saben, que no hay memoria de otro funcionario de esa talla, no con el nivel de cinismo e impunidad con la que se conduce Manuel Alamilla, que supera a cualquier otro que pudo tener en su equipo Roberto Borge Angulo.
A propósito de escandalosos contratos. –JulianSantiesteban
Ahora que los diputados locales se han enterado, por las comparecencias de secretarios de gabinete o declaraciones alternas, sobre los millonarios contratos que medios y periodistas tienen, hasta ahora con poco fundamento y además en detrimento de algunas de las dependencias que los pagan, la responsabilidad de los legisladores es, por lo menos, revisar el presupuesto para el próximo año y asegurarse que para el siguiente ejercicio fiscal no haya erogaciones de ese tipo.
Por ejemplo, los millones que el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social (SQCS) eroga para un contrato en particular, deberá ahora destinarlo a la adquisición de equipo, generación de contenidos y capacitación del personal, de eso deberán asegurarse los diputados; además de verificar que ninguna empresa privada diseñe “materiales de difusión” que deban generarse por las mismas instancias de gobierno, fortaleciendo de esta manera a las áreas responsables de la comunicación gubernamental.
Sobre todo, porque el comentario extraoficial es que no hay recurso para medios, que la escasez obliga a la racionalidad, que se hace selección en función de la importancia y no de la cercanía afectiva, así que la solución es fortalecer a las áreas de comunicación, dotarlas de equipo y capacitación y trabajar sólo con quienes el presupuesto permita, ¿o no? ¡Por nada!
Las vacaciones de 9 años de un amigo de Félix. –Javier Chávez Ataxca
José Orlando Espinosa Rodríguez ha sido el funcionario más acariciado por el presupuesto en muchos, muchísimos años, disfrutando una posición placentera con nulo nivel de exigencia que ha permanecido ajeno al radar político con otros protagonistas que lo han dejado vacacionar en su yate caribeño digno de Las Mil y Una Noches.
En el ocaso de su mandato –agosto de 2010– el gobernador Félix González Canto prescindió de sus servicios como Secretario Privado para entregarle el timón del yate del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Quintana Roo. Ahora como Instituto de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, este juguetito absorbió un presupuesto de 45 millones de pesos en 2019, cantidad insultante porque el Consejo Quintanarroense de Ciencia y Tecnología ejerce 36 millones 381 mil pesos y a la Universidad Intercultural Maya se destinan 28 millones 551 mil pesos.
Con un Congreso que ha presumido un grado de independencia raspado en sus primeros desplazamientos, sus diputados deben evitar el reparto injusto del pastel presupuestal que ha beneficiado a funcionarios que navegan en el ocio, desperdiciando un dinero reclamado por dependencias e institutos realmente útiles. El gobernador Carlos Joaquín será el primero en agradecer cuando los diputados hagan esa tarea sin necesidad de pedirle línea, como han hecho desde 1975 hasta hoy.
Alí Babá y los 40 ladrones. –Victoriano Robles Cruz.
No nos pusimos a contar a los miembros del gabinete del “gobierno del cambio”, pero de seguro rebasan la cifra de los 40, sin considerar el gabinete ampliado. Pero el personaje de ficción, en el cuento de Alí Babá y los cuarenta ladrones, perteneciente a Las mil y una noches, asemeja con gran similitud la conducta del gobierno actual. Sí, el “gobierno del cambio” de Carlos Joaquín.
Con la única diferencia que Alí Baba contribuye a entregar al reino a los 40 ladrones. En el principio del cuento es una persona con humildad, generosidad y simplicidad. Pero como avanza el relato pasa de ser un humilde y decente trabajador del campo, leñador, a ser un saqueador más, al apoderarse de algunas riquezas que no le pertenecían. El personaje cambia su moralidad y puede llegar a ser un ser vil, despiadado y sin escrúpulos.
Ahora, las comparecencias han evidenciado las conductas corruptas de los integrantes del gabinete del “gobierno del cambio”. No los mencionaremos para evitar el derecho de réplica por omisión, pero sobresalen Manuel Alamilla, Gerardo Mora y Martha Silva… y los etcéteras.