Delegados, obstáculo permanente

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban

Comenzar bien no es poco, pero tampoco es mucho

 Sócrates

En por lo menos una decena de entidades federativas los gobernadores se han quejado de los actos de corrupción y nepotismo que han realizado los llamados “súper delegados” del gobierno federal, pero el de Quintana Roo, Arturo Abreu Marín, se ha convertido en foco de conflicto permanente no sólo entre los diferentes grupos políticos de Morena –en los cuales no deja de intervenir-, sino entre la ciudadanía y el gobierno federal; pero lo más lamentable, es que el gobierno local ya le aplica constantemente la de “mucho ayuda, el que no estorba.”

En Jalisco fue escandaloso el despido del super delegado, en San Luis Potosí los señalamientos de acoso sexual del respectivo funcionario, y en entidades como Chihuahua, Guanajuato, Michoacán, Nuevo León, Guerrero y Puebla las acusaciones son similares y el desencuentro con los gobernadores es permanente, pero además los problemas ocurren no sólo con los coordinadores de programas federales –cargo correcto de los súper delegados- sino porque, a mes y medio de que se cumpla un año de la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador en la presidencia de la República, no hay aún representantes designados para todas las dependencias del gobierno federal en los estados.

De hecho, la única declaración real de Abreu Marín ha sido la que describe como estancamiento de las instancias federales por ausencia de delegados, fuera de ello, han sido precisamente sus declaraciones y actos motivo de conflicto; por ejemplo, desde mediados de abril no ha dejado de declarar que ya llegarán los nombramientos para funcionarios federales y hasta ahora solo su sobrino fue designado como responsable de lo que fue el Programa Prospera en Quintana Roo; pero además, ante la desaparición de Profeco en Chetumal y Playa del Carmen, dijo que él recibiría las denuncias; cuando alguien le explicó que no sólo se trata de recibirlas sino darles curso legal, aseguró que abrirán módulo de nuevo en la capital quintanarroense, de lo cual nada ha ocurrido.

La semana anterior, para lograr que se abra la carretera de entrada a Chetumal, cerrada por colonos de esta ciudad cuyos lotes están siendo rematados por el SAT, Abreu Marín fue a prometerles que los embargos se frenarían, ante lo cual reabrieron la vía, pero una semana después ya están con la misma angustia, dado que la instancia federal ha retomado el remate de predios y, en el colmo de la negación, el súper delegado aseguró que para 2020 el sur quintanarroense tendrá la zona libre prometida por el presidente, aunque el titular de Hacienda federal, Arturo Herrera Gutiérrez, anunció que no será posible, será por desinformado o bien intencionado, pero está creando un “caldo de cultivo” explosivo.

Joseph Goebbels, el famoso propagandista nazi decía “miente, miente, que algo quedará…”, y con base en mentiras Don Arturo Abreu pretende mantener la imagen de la cuarta transformación republicana, mientras se confronta diariamente con los diferentes grupos de Morena; primero fue aliado estratégico del senador José Luis Pech Várguez, luego apoyador frecuente del diputado federal Luis Alegre Salazar, luego buscó cercanía con la alcaldesa de Benito Juárez, Mara Lezama Espinoza y con ninguno ha permanecido. La única que ha mantenido a raya al súper delegado, por cierto, es la senadora Marybel Villegas Canché, quien ve al funcionario más “cercano” al gobierno local que al federal.

Sin embargo, la administración quintanarroense ha optado por mantener a Don Arturo a la vista, pero de lejos, porque con las declaraciones que realiza no tarda y estallan grupos sociales en su contra por sus promesas que nadie cumple. Y así, en todo el país, cerrado el primer año, ojalá se terminen las improvisaciones y comiencen pronto a gobernar, comenzando por la renovación y designación de funcionarios que ayuden…o que no estorben.

COMENTARIO MORBOSO

En la semana que inicia, el Congreso de Quintana Roo recibirá las comparecencias de siete titulares de dependencias gubernamentales, como parte del análisis del tercer informe de gobierno de Carlos Joaquín González y los legisladores deberán aplicarse a fondo en los cuestionamientos, luego de una semana en la que acudieron al recinto legislativo funcionarios que entraron con la misma tranquilidad con que salieron, entregando a los diputados la información que quisieron, sin el mayor sobresalto generado. Si algo quedó claro, fue la falta de análisis por parte de quienes debieran co gobernar señalando lo mal hecho y conminando a corregir el rumbo.

En las transmisiones –exitosamente llevadas a cabo eso sí- pudo observarse a legisladores dubitativos, desinformados, con cuestionamientos blandengues y con actitud de aburrimiento y hasta amodorrados. De los cercanos al régimen era lo que se esperaba, pero ¿y los morenos, del Partido Verde Ecologista (PVE) y del Trabajo (PT) que prometieron señalamientos tronantes y aseguraron que habría corrección del rumbo y hasta sugerencias de destituciones al mandatario estatal? Si es esa la actitud con la que pretenden llegar competitivos al proceso electoral de 2021, parecen desconocer que el ciudadano quintanarroense se ha vuelto exigente y no acepta pretextos. En la urna suele castigar con la mayor dureza a quienes entran con actitud de nóveles funcionarios y salen como nuevos ricos. Cuidado.

Que el gobernador coloca a quien considera en su gabinete, evidentemente ¿pero entonces no hay nada por corregir? ¿Todos cuates cacahuates? ¿Lo único que hacía falta era el apoyo a la gestión por parte de la nueva legislatura? Para eso ya tuvo el mandatario a los diputados que llegaron con él y sus mismos partidos al poder, ¡aplíquense pues! Así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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