Las innecesarias comparecencias. -Graciela Machuca Martínez
Más allá del culebrón que representa el suceso sobre José José, y la ambición muy bien dibujada, está el recuerdo “Triste” de un Príncipe mexicano, que en el amor y desamor hizo toda una época que no termina de pasar.
En el mundo real de la política están las innecesarias comparecencias de funcionarios y diputados que, a decir verdad, no sólo deja mucho que desear el nivel de los funcionarios, sino del cuasi nulo nivel de los diputados locales que tenemos los quintanarroenses.
Rayando en lo absurdo, los diputados con sus aplausos demuestran no sólo su ignorancia, sino su inconsciencia ante los funcionarios mostrando así su traición al 22 % del electorado que votó por 15 y que los puso en la curul que ostentan.
La prevención la describió Alberto Capella IbarraSecretario de Seguridad Pública hoy en su comparecencia, al asegurar que han sido capacitados 4 mil alumnos de 7 escuelas en Quintana Roo; si tomamos en cuenta que en el estado existen 2346 escuelas con 441 mil 874 alumnos, nos damos cuenta que el Secretario de Seguridad Pública del estado habla del .01 % de su programa de prevención, vaya cifra aplaudible!…
Capella fuera de sí, y el dato desapercibido. –JulianSantiesteban
Aunque ningún medio lo consignó, sí hubo cuestionamientos de fondo al secretario de Seguridad Pública del estado, Alberto Capella Ibarra, en su comparecencia ante la XVI Legislatura quintanarroense, pues todos sus mandos medios y superiores fueron exhibidos como violadores de la norma local, por no cumplir el tiempo de residencia para ser designados en sus cargos, lo que deja en duda a toda la estructura de combate al crimen en el estado.
Aunque hubo quien en redes consignó que Capella Ibarra dijo a Roberto Erales Jiménez –diputado del Partido del Trabajo y quien lanzó el cuestionamiento- que pronto tendría que dejar la diputación (¿será amenaza?), el responsable del mando único quintanarroense, garante en teoría del respeto a la ley, no respondió sobre la violación a la norma que representa que sus mandos en la secretaría a su cargo hayan sido traídos del estado de Morelos y designados en Quintana Roo, sin cumplir la norma que exige tiempo de residencia, dejando ahora el peso de la responsabilidad al oficial mayor del Gobierno del estado, Manuel Alamilla Ceballos, quien deberá explicar cómo esos empleados del gobierno están en sus responsabilidades.
Por cierto, el tema puede “salvarse” si algún municipio emite las constancias de residencia y vecindad respectivas ¿cuál de los municipios panista-perredista lo hará? ¿acaso Benito Juárez, de Morena en teoría, pero aliada del régimen local? ¿Lázaro Cárdenas, ahora convertido en aliado local? Por lo pronto, la exhibida nadie se las quita, y la permanencia en sus cargos parece cuestión de tiempo. Bien por Roberto Erales Jiménez. ¿y los demás diputados? Bien gracias.
El domador de tigres. –Erick León
Los feroces tigres se convirtieron en gatitos, ante la figura del Secretario de Seguridad Pública, Alberto Capella Ibarra, quien esta vez no tuvo necesidad de pedir aplausos a cambio de gorras, esta vez los aplausos llegaron solos, el servilismo hizo que Capella se sintiera cómodo, hasta se dio el lujo de menospreciar a Hernán Villatoro Barrios, quien pidió su renuncia, y a Roberto Erales Jiménez que cuestionó la cantidad de elementos “importados”del estado de Morelos, únicos diputados que no ofrecieron pleitesías, ambos del PT, el resto divagaba entre cuestionamientos tibios y halagos.
El desencanto ciudadano fue contundente y superó las expectativas del más pesimista, que afirmaba que esta Legislatura sería igual de complaciente que la anterior, a pesar de la mayoría opositora y que tuvo como testigo mudo a la figura más importante de Congreso.
Ahora resulta que hay que esperar el C5 para ver los resultados de este Mando Único, sobre el desmesurado ofrecimiento de la recompensa se agarró como siempre de la Fiscalía y del Ejecutivo, lo que sí dejó muy en claro es que nunca traería a vivir a su familia a Quintana Roo.
Suavecito, suavecito. -Anwar Moguel
Si alguien aún pensaba que el Congreso local -en teoría dominado por Morena y sus aliados del Verde y PT- sería una oposición cuando menos incómoda para el Poder Ejecutivo que representa Carlos Joaquín González, con las primeras comparecencias de funcionarios del gabinete y en particular con la del polémico titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Jesús Alberto Capella Ibarra, quedó clarito que no será así; por el contrario, la Legislatura ha mostrado una concordia y docilidad que rayó en la sumisión.
Vaya, los funcionarios estatales la tuvieron más difícil con la pasada Legislatura oficialista -pregúntenle a Manuel Alamilla, por ejemplo- que con los actuales diputados, que se supone serían más aguerridos e implacables.
Soy de los que sostuvo desde el principio que, para la gobernabilidad y el bien común de los quintanarroenses, a nadie convenía un pleito entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, y que lo mejor sería una relación respetuosa, de buen entendimiento, pero eso no quiere decir que los diputados no puedan cuestionar, criticar y exigir, incluso con dureza, cuando las situaciones así lo ameritan.
Contrasta, pero suma a la debacle legislativa. –Victoriano Robles Cruz.
Simplemente el legislativo ha cedido todo al ejecutivo, entre poderes. A los Morenos les quedó grande el traje de legisladores catrines. Como viles y serviles los percibió ayer la ciudadanía. Sólo salvan el honor Erales y Villatoro. Bueno, con decirles… hasta le aplaudieron los rastreros legisladores. Feo espectáculo de subordinación y humillante la posición del legislativo ante el hartazgo ciudadano. ¡Más de lo mismo! ¡Más traición al pueblo! Y que nosotros la llevamos al rio creyendo que era mozuela…
Por su parte, aquel impuso sus tradicionales mentiras, conducta soberbia y petulante; para asustar a los legisladores, quienes obedientes dispusieron no permitirles el acceso a los reporteros, sólo ingresaban por imágenes y los sacaban. Responsabilizó de la ineficiencia en la seguridad de los quintanarroenses a Andrés Manuel López Obrador. Al igual, repartió su ineficiencia culpando al pasado, sobre todo al Borge. También denostó a la corporación llamándoles traidores, sin precisar, ni señalar responsables.
Mientras, ayer, la delincuencia hasta mensaje le recetó con narcomanta. Y el reporte de cinco ejecuciones.