- Ana Patricia Peralta, quien del PVE saltó a Morena
- Antes fue diputada local, con similar desempeño
De manera justificada o injustificada en la Cámara de Diputados existe un grupo de legisladores que parece ser de humo, pues de manera frecuente brilla por su ausencia o llega tarde a las sesiones ordinarias del Pleno.
Las inasistencias de los diputados a sus lugares de trabajo dejan al descubierto que, aun cuando llegó la Cuarta Transformación (4T) pretendiendo cambiar la manera de hacer política en el país, existen prácticas que les fueron heredadas y se siguen replicando.
Reporte Índigo realizó un análisis de 24 listas de asistencia correspondientes al segundo periodo ordinario de sesiones que transcurrió de febrero a mayo de este año.
Los registros evidencian a los diputados que han faltado en más de 10 ocasiones con el permiso que les otorga la Mesa Directiva, quienes constantemente entregan comprobantes para justificar su ausencia, llegan tarde a las sesiones o simplemente no acuden a su curul sin previo aviso.
La lista de inasistencias y retardos es de mil 193, que muestra que por cada sesión en promedio 50 diputados no acudieron o se presentaron después de la hora citada, que equivale al 10 por ciento del total de legisladores que integran la Cámara baja
LOS DIPUTADOS MÁS AUSENTES
Gabriela Cuevas Barrón, quien en enero de 2018 renunció al PAN para sumarse al proyecto de Morena, partido que le ofreció una diputación plurinominal, es la legisladora que cuenta con el récord de faltas o retardos en el segundo periodo ordinario.
La representante de la cuarta circunscripción de la Ciudad de México reunió 20 ausencias que quedaron en el registro de sesiones ordinarias de la Cámara de Diputados.
En nueve ocasiones, Cuevas Barrón obtuvo el permiso de la Mesa Directiva para ausentarse, en seis justificó su inasistencia y en cinco presentó una cédula.
Gabriela Cuevas es la diputada que cuenta con más faltas y retardos en el segundo periodo ordinario y, desde que inició la 64 Legislatura, solo ha presentado una iniciativa
Desde que inició la 64 Legislatura, la expanista solo ha presentado una iniciativa de reforma a la Ley sobre Refugiados, con el propósito de fortalecer el derecho de los que buscan asilo en México, de acuerdo con el Sistema de Información Legislativa. Dicha propuesta se presentó el 6 de septiembre de 2018 y se encuentra pendiente en comisiones de la Cámara baja, es decir que lleva congelada más de un año.
Cuevas también se desempeña como secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores en cuyas listas de asistencia solo aparece de su firma en la primera reunión, que se realizó en noviembre del año pasado. Desde la segunda hasta la quinta sesión, la diputada morenista brilló por su ausencia.
La morenista Ana Patricia Peralta de la Peña es la que sigue en la lista. En el segundo periodo ordinario se ausentó en 16 ocasiones del Pleno. En 11 la Mesa Directiva le otorgó permiso de faltar, en 4 presentó cédula —figura contemplada en el reglamento interno de la Cámara de Diputados que les permite a los legisladores registrar su asistencia 30 minutos después de que se haya cerrado el sistema electrónico de asistencias— y solo justificó una.
Peralta de la Peña cuenta con una trayectoria previa en el Partido Verde Ecologista de México, instituto que la abanderó para que fuera regidora y diputada local en Quintana Roo. En esta 64 Legislatura se adhirió a Morena como legisladora plurinominal.
En el primer año de ejercicio, la diputada Peralta solo presentó dos iniciativas para modificar las leyes General de Salud y Federal de Trabajadores al Servicio del Estado, mismas que fueron retiradas.
La integrante del grupo parlamentario del PRI Cynthia Iliana López Castro es otra legisladora a la que no se le ve a tiempo o en muy pocas ocasiones en el Pleno. En el segundo periodo ordinario acumuló 15 ausencias colocándola como la más incumplida de su bancada.
La legisladora plurinominal por la Ciudad de México justificó seis de sus faltas y para las restantes presentó cédula.
Caso contrario, como secretaria de la Comisión de Educación, López Castro asistió a la mayoría de las sesiones. Según las nueve actas de reuniones, la priista solo se ausentó en dos.
El diputado Jorge Arturo Argüelles Victorero, del Partido Encuentro Social, también se encuentra entre los más faltistas. En el segundo periodo ordinario no cumplió con su estancia reglamentaria en el Pleno en 14 oportunidades. Para justificar sus faltas presentó dos comprobantes y 12 cédulas.
En el primer año de ejercicio legislativo, Argüelles solamente presentó dos iniciativas: un cambio a la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y una propuesta de reforma constitucional al artículo 76 para facultar al Senado a analizar, discutir y aprobar el contenido de los informes que presenten organismos internacionales; la primera de ellas fue retirada apenas el 18 de septiembre pasado.
Por su parte, Luis Miranda Nava, diputado del PRI, reunió las mismas ausencias que Jorge Arturo Argüelles. El exsecretario de Desarrollo Social, durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, no ha presentado ninguna iniciativa desde septiembre de 2018 mes en que inició su cargo de representación popular.
Sin embargo, Miranda Nava no solo cuenta con inasistencias en el Pleno de San Lázaro; como secretario de la Comisión de Gobernación y Población también se ha ausentado en al menos cuatro sesiones ordinarias, así lo revelan las listas de asistencia de esta comisión.
Existen otros diputados con un amplio récord de inasistencias o retardos. Las morenistas Brenda Espinoza López y Merary Villegas Sánchez no han acudido al Pleno puntualmente en 14 y 12 ocasiones, respectivamente, mientras que su compañero de partido Víctor Blas López repitió estos patrones en 10 sesiones.
REGLAMENTO DE ASISTENCIAS SIN DIENTES
Las normas que rigen las asistencias de los diputados a las sesiones de la Cámara baja no son estrictas, incluso algunas permiten que falten sin que se les haga un descuentoa su salario por no acudir a legislar.
La ausencia de los diputados durante las sesiones en las que deben legislar y hacer escuchar las voces de los ciudadanos a los que representan no se castiga, ya que el reglamento de la Cámara baja es muy endeble en esta materia
El artículo 48 del Reglamento de la Cámara de Diputados estipula que las inasistencias al Pleno por parte de los legisladores podrán justificarse solo por enfermedad u otros motivos de salud, gestación, maternidad, paternidad y el cumplimiento de encomiendas autorizadas por el mismo Pleno, la Junta de Coordinación Política, la Mesa Directiva, el coordinador del grupo parlamentario o la comisión a la que pertenezca.
El numeral dos del artículo mencionado refiere que “en ningún caso podrán justificarse más de seis inasistencias en un mismo periodo de sesiones ordinarias”, situación que ocurre con frecuencia sin que existan consecuencias reales.
En cuanto a las asistencias, el reglamento del Senado y de la Cámara de Diputados sigue siendo una regulación muy laxa, no solamente en los requisitos de asistencia sino en los mecanismos de sanción y seguimiento al reglamento
– Manuel Guadarrama
Especialista del IMCO
Un claro ejemplo es que el mismo reglamento permite que los diputados con solo pedir permiso a la Mesa Directiva pueden abandonar una sesión plenaria, sin que esto tenga repercusiones salariales.
El documento, en el artículo 53 especifica que “se otorgarán permisos para ausentarse de la sesión, durante su transcurso, siempre que el diputado o diputada se encuentre presente, que ocurran circunstancias que lo ameritan y que se solicite por escrito fundado y motivado en el que conste el visto bueno del Coordinador o representante autorizado”.
La figura de las cédulas permite darle a los diputados una prórroga no mayor a 30 minutos después de iniciada la sesión. Es por ello que los legisladores que llegan tarde a las sesiones entregan estos documentos para que la secretaría de la Mesa Directiva registre que acudieron al Pleno.
Para Maximiliano García, analista político y académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, el hecho de que los diputados se ausenten de sus labores o no se presenten a tiempo a las sesiones implica una falta de compromiso ético con la labor que desempeñan.
“El debate se tendría que dirigir sobre el compromiso que asume un legislador una vez que es elegido. Tiene que ver con el desempeño de sus funciones para el bien de la ciudadanía. Si el legislador no cumple con la actividad básica que es presentarse no está haciendo el trabajo para el que fue electo”, comenta García.
El reglamento permite que los diputados, con solo pedir permiso a la Mesa Directiva, puedan abandonar una sesión plenaria sin que esto tenga repercusiones salariales
El académico agrega que es necesario que la ciudadanía se involucre más en la vigilancia de las tareas que realizan los diputados y el Congreso en general, con el fin de que sus actividades sean cada vez más expuestas y se apeguen a la elaboración de iniciativas y que hagan escuchar su voz a favor quienes votaron por ellos o de quienes representan.
EL CAMINO A LA REELECCIÓN
Los integrantes de la 64 Legislaturapodrán reelegirse al término de su mandato en 2021. Por ello deberán de ofrecer los mejores resultados si quieren mantener su curul en San Lázaro.
Esta reelección tiene su origen en la reforma electoral de 2014, pero por su carácter constitucional no fue hasta que más de la mitad de los congresos estatales avalaron su implementación que se pudo echar a andar este beneficio.
Sin embargo, las herramientas para evaluar las funciones de los legisladores todavía son mínimas para que los electores tomen una decisión con base en el trabajo que realizan día con día y que esto no solo sea por la simpatía de los votantes hacia un partido político.
Maximiliano García considera que los estándares de evaluación de los legisladores están en la ambigüedad y son difíciles de establecer, debido a que las asistencias no hacen mejor o peor la labor de un diputado o senador, aunque sí es un parámetro a tomar en cuenta en caso de que las ausencias sean excesivas.
No hay indicadores institucionales que nos señalen cuál ha sido el desempeño y las actividades que realizaron los legisladores en particular, aún es un terreno inexplorado
– Maximiliano García
Analista político y académico de la UNAM
Antes de que finalizara la 63 Legislatura, en la Cámara baja fue aprobado el Sistema de Evaluación de Diputados (Secadi); su propósito es que la ciudadanía pueda evaluar, vigilar y observar las labores que realizan los congresistas de San Lázaro.
A pesar de que el Secadi debió de aplicarse a la actual legislatura, este todavía no está instalado y funcionando como debería, aun cuando se supone que entró en vigor desde mayo de 2018.
Manuel Guadarrama opina que el análisis previo sobre el desempeño legislativo es un paso fundamental para la democracia y esto no sucederá hasta que no se implementen los mecanismos necesarios para que la ciudadanía esté enterada de lo que sucede al interior del Poder Legislativo.
“A la fecha, el tema de la evaluación legislativa sigue pendiente. En la legislatura anterior a finales del último periodo se logró reformar el reglamento para establecer el Sistema de Evaluación (Secadi) que está en incumplimiento porque no se ha puesto en funcionamiento. Un sistema que es necesario para decidir si un legislador cumplió con su encargo”, precisa el especialista del IMCO.
A partir de 2021 los congresistas podrán reelegirse. Aunque ya se aprobaron los mecanismos necesarios para que la ciudadanía pueda evaluarlos, estos no han entrado en funcionamiento
Fuente: Reporte indigo