Kristel Linette y la estafa impune en Salud

La “enfermera” Kristel Linette B. V. se escudó en Barbaciano Sansores Matus –Secretario General de la Sección 45 del Sindicato de Salud– para vender plazas a cuatro chetumaleños ingenuos que le entregaron por etapas 390 mil pesos en 2018, sin recibir hasta hoy lo pactado con la empleada asignada entonces al Hospital General de Felipe Carrillo Puerto y pieza clave en el reparto de plazas incluso federales en el Sindicato, según su propia versión.

Desde el 15 de enero pasado los cuatro estafados –José Antonio, Marissa, Francisco Adolfo y Enrique– presentaron una queja ante la directora administrativa de los Servicios Estatales de Salud, Elvia Lucía Aguillón Medina, quien hasta hoy no ha reportado avances en la prometida investigación interna de la que tienen conocimiento Tania Canul Medina –directora de Normatividad y Asuntos Jurídicos– y hasta Barbaciano Sansores, eterno líder sindical.

Hasta Alma Matilde Segura Sosa –Subdirectora de Recursos Humanos de los Servicios Estatales de Salud– firma un oficio membretado dirigido a Germán Galván Castro –director del Hospital General de Chetumal– para “poner a sus apreciables órdenes a Enrique…, quien prestará sus servicios a partir del 1 de noviembre de 2018 en esa unidad a su cargo, con funciones de técnico radiólogo…”

El oficio tiene copias dirigidas a Alejandra Aguirre Crespo –titular de Salud– y Ana D. Lezama Pacheco, jefa del departamento de Operación del Pago. Todo quedó en el papel entregado por la “enfermera” que prometió entregar plazas para el nuevo hospital de Oncología y el Hospital Materno Infantil Morelos, ambos de la capital.

Kristel Linette ganó la confianza de Enrique al mensajearse “con un tal Barbi”; ella aseguró ser la encargada del reparto de las plazas que les serían entregadas en noviembre pasado. La empleada sindicalizada ya había cosechado los 390 mil pesos que consiguieron los cuatro chetumaleños recurriendo incluso a usureros.

En uno de los mensajes de WhatsApp con Enrique, Kristel Linette es optimista: “Ya hice el acuerdo con Barbaciano y me dijo que no habría problema pero que meta los documentos antes del 30. Para que entre en el segundo golpe presupuestal. Y que estaría en Almacén del hospital Morelos”.

En otro posterior la “enfermera” vendedora se derrumba, al menos en apariencia: “Enrique realmente estoy que me lleva la chingada pero ni pedo así es yo respondo por tu dinero. Créeme que estoy atrás de Barbasiano por eso. Ya perdí mucho. Solo ayúdame no te estoy diciendo que no te lo daré porque ahorita no cuento con la cantidad. No soy una persona de mala fe”.

Enrique reacciona: “Pues dame algo linete Y me dices donde voy por el Para calmar a mi tía Y te repito Yo te paro el pedo”.

“Me jugaron mal y ni pedo”, responde resignada Kristel Linette.

En otra ocasión la “enfermera” le asegura a Enrique: “Mira tengo un registro de lo que le he entregado a bárbasiano Pero el me lo regresará todo en eso quedamos”.

De la venta ilegal de cuatro plazas ya tienen conocimiento los altos mandos en la Secretaría estatal de Salud, incluyendo a la Secretaria Alejandra Aguirre Crespo y al Sindicato manejado por Barbaciano Sansores Matus desde el siglo pasado. Lo curioso es la extrema lentitud para investigar esta gran estafa con plazas, incluso federales.

Esta historia continúa…

Fuente: Periodistas de Quintana Roo

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