Ante la segunda fase del Plan Nacional contra el Robo de Combustible anunciada este jueves por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Carlos Romero Deschamps, presentó una demanda de amparo para impedir que el Gobierno federal pueda detenerlo, mientras que la crisis por el desabasto de gasolina se mantiene en al menos 12 entidades.
Durante la conferencia matutina del Presidente en Palacio Nacional, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, informó ayer que se han congelado cuentas relacionadas con el robo de combustible y han detenido a varias personas por actos de sabotaje a ductos de Pemex.
Sin precisar número, la funcionaria indicó que las investigaciones son realizadas por la Procuraduría General de la República, en coordinación con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Hacienda, la Policía Federal y las Fuerzas Armadas.
Por su parte, el líder sindical solicitó el amparo 11/2019 el pasado martes contra todos los jueces federales de la Ciudad de México, la Policía Federal, la Agencia de Investigación Criminal y su Policía Federal Ministerial, ambas adscritas a la Fiscalía General de la República, antes denominada PGR.
En su demanda, Romero Deschamps solicitó ser protegido contra cualquier orden de comparecencia o citatorio y explicó que sujetos vestidos con uniformes de policía se presentaron en las oficinas de sus abogados para preguntar por él.
Ante esta situación, disidentes del líder petrolero se manifestaron en la sede del STPRM, en la Ciudad de México, para insistir en la necesidad de un cambio de dirigencia. Encabezados por Omar Toledo, quien ha buscado dirigir al sindicato desde 2010, los manifestantes acusaron que en la administración de casi 31 años de Romero Deschamps en el STPRM han ocurrido varios incidentes de corrupción que los obligan a buscar la renovación de la dirigencia.
Por otro lado, ante los reportes de pérdidas económicas que superan los mil 250 millones de pesos e incrementan el costo de los alimentos en al menos dos entidades y connatos de violencia entre ciudadanos producidos por las compras de pánico en el centro del país, López Obrador llamó este jueves a la calma y acusó que algunos medios de comunicación quieren crean “sicosis”.
El Mandatario presentó las cifras de avance de su plan nacional contra el “huachicoleo” y argumentó que en promedio se roban 100 pipas de combustible, en lugar de 700, como se realizó durante buena parte de 2018.
También demandó a quienes viven cerca de los ductos de Pemex, y no forman parte de los huachicoleros, que ayuden a la vigilancia para frenar el robo y que no ayuden a las bandas del crimen organizado que buscan mantenerse a costa de todos los mexicanos, ya que aseguró que su estrategia contempla en su fase 2 reforzar la vigilancia y combatir los aspectos financieros del huachicoleo.
Asimismo, López Obrador informó que el ducto de Tuxpan-Azcapotzalco, recién reparado por una fuga y que causó el desabasto en entidades como la Ciudad de México, volvió a ser afectado la noche del miércoles.
Sin embargo, ante las promesas de que el abasto de combustible estará reestablecido pronto, el presidente nacional del PAN, Marko Cortés, exigió al Gobierno federal que explique cuál es la razón del encarecimiento, ya que han dado diferentes versiones.
Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) respaldó los esfuerzos del Gobierno federal para terminar con el robo y distribución ilegal de combustible, pero su presidente, Gustavo Hoyos, criticó que la estrategia emprendida “ha adolecido a la población en general, y en segundo término para las empresas”.
Asimismo, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, demandó que se regularice la distribución, a la par de que la Cámara Nacional del Autotrasporte de Carga (Canacar) se ofreció a cooperar con el Gobierno federal para trasladar combustible en estados del centro y norte del país que enfrentan problemas de suministro.
Con información de Agencias