Aunque a últimos años hemos avanzado a pasos agigantados en ciertas áreas como tecnología y salud, también hemos retrocedido en otros ámbitos, como por ejemplo: la cordura.
Tristemente en la actualidad muchos adolescentes han desarrollado extraños métodos para drogarse. Desde jarabe para la tos y aire comprimido hasta nuez moscada y toallas femeninas.
Sí, leíste bien, toallas sanitarias. La policía de Indonesia recientemente reveló que ha arrestado a varios adolescentes por usar los químicos de las toallas para ponerse en estado inconveniente.
De acuerdo con información de Vice, el jefe de la sucursal Central de la Agencia Nacional de Medicamentos (BNN) en Java dijo que algunos adolescentes, la mayoría entre los 13 y los 16 años, habían estado hirviendo toallas sanitarias nuevas y hasta usadas con el fin de destilar e ingerir los productos químicos que hay en el interior los productos.
Los efectos incluían alucinaciones y sentirse “volados”. El ministro de Salud de Indonesia está investigando qué es exactamente lo que causa el efecto intoxicante en las toallas.
Por supuesto, hacer esto es una práctica sumamente peligrosa, pues los apósitos sanitarios contienen sustancias irritantes llamadas polímeros superabsorbentes (SAP) que se “deberían evitar que entren en el cuerpo”.
Los polímeros superabsorbentes están clasificados como No-tóxicos por la Administración de Alimentos y Medicamentos, y las advertencias en caso de contacto con la piel y los ojos son un posible efecto irritante, y en caso de ingestión, la indicación es “inducir el vómito y buscar atención médica”.
Por otra parte, esta tendencia no es nueva, pues según The Jakarta Post, en 2016 también sucedió, aunque ahora el número de personas que lo hace ha incrementado.
En Indonesia, los tampones son un tabú, por lo que las toallas sanitarias son el producto más popular y están fácilmente disponibles.
La preocupación de las autoridades es grande, pues muchos de los niños que están haciéndolo son inteligentes, y con Internet pueden hacer nuevas variantes y brebajes.
“”Necesitamos tomar medidas para educar a las personas sobre el hecho de que existen materiales que no están clasificados como drogas o psicotrópicos a los ojos de la ley, pero que aún pueden ser mal utilizados”, finalizó Sitty Hikmawatty, miembro de la Comisión de Protección Infantil de Indonesia.