A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban
En un gobierno bien constituido, la guerra, la paz y las alianzas, son discutidas en tanto sirvan no para la satisfacción de unos pocos, sino para el bien común
Nicolás Maquiavelo
En la “cruzada” personal para lograr la reversión de la concesión del cobro de agua potable a la empresa Aguakán que ha emprendido la senadora, Marybel Villegas Canché, fue el director de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Quintana Roo (CAPA) Gerardo Mora Vallejo, quien le “desentonó la canción”, pues la retó a realizar acciones específicas, en concordancia con lo planteado por el presidente de la mesa directiva del Senado, Martí Batres Guadarrama, quien ya dijo que el agua no deberá ser negocio, pero la aprobación en la Cámara Alta para hacer efectivo el discurso quedó pendiente. Menos discurso y más acciones pues.
No sólo eso, Mora Vallejo se dijo comprometido a sumarse a Villegas Canché, pues aseguró que en política deben “construirse puentes y no muros”, pero advirtió también que el discurso debe acompañarse de acciones: ”que venga, o yo voy; la iniciativa presentada por Martí Batres beneficia a Quintana Roo”; sin embargo, recalcó que la senadora quintanarroense, cuando fue diputada local por el PRI, no sólo avaló la ampliación de la concesión y la entrega de Solidaridad, sino que fue factor activo para ello, pues era la presidenta de la Comisión de Asuntos Municipales.
En una entrevista radiofónica para Grupo Sipse, el funcionario fue específico en recalcar que la CAPA y el gobierno quintanarroense sí están avanzando en la reversión de la concesión a Aguakán –empresa que va de amparo en amparo para mantenerse en la entidad, aun con el rechazo generalizado-, y por ello invitó a la senadora a sumarse a dicha causa para que aporte acciones específicas y establezca una ruta de acción en el Senado para lograr el objetivo que, en apariencia, ambos persiguen. Claro, sumarse, en este caso, representaría perder el rol preponderante y mediático que pretende la legisladora, pero además tendría que mostrar algo más que discurso, y eso nunca se le ha conocido.
La declaración de Mora Vallejo parece nimia, pero la lanzó en la víspera de la llegada a Quintana Roo del presidente electo Andrés Manuel López Obrador –por cierto, este jueves la senadora divulgó una imagen de ella con el tabasqueño, arribando a Cancún-, y representa una institucional respuesta a la campaña personal de Villegas Canché, quien no podrá ahora argüir censura o persecución política; y además el funcionario recordó el compromiso de Batres Guadarrama, quien ya hizo el anuncio de prohibir la concesión del agua potable en cualquiera de sus vertientes: distribución, cobro, extracción, entre otras, pero falta ahora aprobarlo y es allá donde la senadora debiera estar trabajando, no en medios de comunicación, el reto ha sido lanzado, falta la respuesta; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
COMENTARIO MORBOSO
Volviendo al punto, la declaración del director de CAPA –perredista, ex candidato a gobernador por el Sol Azteca- es habilidosa y pretende llevar al plano técnico y de acción a Villegas Canché, quien sólo se desenvuelve en el entorno político, el reto es interesante, es político también –sin duda- pero no es una faceta que domine la senadora, quien se encuentra ahora en la incómoda postura de no poder rechazar el apoyo ofrecido, aun a sabiendas de que no es el escenario que mejor le conviene. Cayó en su propia trampa pues, y el encargado de tendérsela fue un funcionario de mediano nivel. No es por nada, pero hasta que se le vio cierto talento político a un colaborador de Joaquín González, aparte del olfato que sin duda tienen Miguel Ramón Martín Azueta y Julian Ricalde Magaña, pero estos dos últimos ya no están en el gabinete. Vaya que hacen falta.
Porque para los actores de gobierno la tarea más fácil es ignorar los dardos envenenados que ha lanzado la senadora en días pasados desde la máxima tribuna, acusando al mandatario y su familia de atacarla, pero hacen falta también los operadores que deberán recordarle permanentemente que, aunque ahora pretenda enmendar, el negocio en la concesión a Aguakán fue de ella misma, no sólo lo aprobó, sino que lo promovió, como ahora promueve su cancelación.
No son los diputados panistas o perredistas los que salvarán la situación política, no sirven para eso; -por cierto ¿para qué sirven?- lo que urgen son operadores, como urgentes son los cambios, si no en el gabinete, por lo menos de aliados, como queda de manifiesto en las últimas semanas. Personajes menores como “el colombiano” o el “descolorido” secretario de Gobierno generan más problemas que soluciones; el señor De la Luz y la oscuridad está para atender otros temas, y Ricalde Magaña y Martín Azueta…pues siguen de asueto, ¿qué esperan para llamarlos, un mayor derrumbe? Así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima