A TIRO DE PIEDRA
Julian Santiesteban
El periodismo es grande. Cada periodista ¿no es un regulador del mundo, si lo persuade?
Thomas Carlyle
Premiar el ejercicio, pero sobre todo el resultado del periodismo, es una tarea necesaria y puede ser tan ennoblecedora como mezquina, dependiendo el origen y el objetivo del reconocimiento; pero de entrada, reconocer lo bien hecho y el beneficio social logrado, permite mejorar la información en un entorno en el que la saturación y mala calidad de la misma son una constante.
Este jueves tres de mayo, Día Internacional de la Libertad de Prensa, y a iniciativa de dos organizaciones de periodistas, se entregaron por primera vez los premios de periodismo quintanarroense “De Periodista a Periodista”; desde el nombre se advierte el profesionalismo del hecho, pues son los mismos que ejercen la labor quienes reconocen los mejores resultados del oficio. Es ese el mejor ejercicio de humildad, reconocer “al otro”, destacar su labor por encima de egos personales.
Desde ahora, los galardones se entregarán cada año, con el tiempo irán amainando las críticas de quienes se acostumbraron a que fuera el gobierno quien reconozca la labor; la iniciativa de Javier Chávez Ataxca y algunos otros compañeros –entre los que se encuentra el escribiente- es prometedora y pretende contribuir al mejoramiento continuo del ejercicio periodístico, fundado únicamente en el esfuerzo y reconocimiento de quienes día a día transmiten el acontecer del entorno en que se desenvuelven.
Y aunque a los periodistas se les percibe generalmente como individuos privilegiados, gran parte de esa visión proviene precisamente de premios regalados, basados en el cálculo político; por ello es plausible el esfuerzo realizado, con la selección además de un jurado profesional y un análisis profundo de los trabajos presentados. Porque desde el gobierno es urgente la protección al ejercicio, no el premio fatuo por favores obtenidos.
¿para qué premiar el periodismo si lo que urge en el país es que no maten y agredan día a día a los periodistas? Pues, de entrada, para hacer patente que aun con las amenazas y la inexistencia de leyes en entidades como Quintana Roo que los protejan, quienes ejercen la labor lo siguen y seguirán haciendo, apegados al estricto objetivo de dar a conocer a la sociedad lo que ocurre y como ocurre. Felicidades a los ganadores, por su trabajo; felicidades a Javier Chávez y quienes le acompañan en el esfuerzo, por el legado que desde ahora construyen.
COMENTARIO MORBOSO
En el convenio con Segob y el gobierno de Quintana Roo que se publica en el Diario Oficial de la Federación (DOF) para la ejecución de recursos en materia de seguridad (más de 219 millones de pesos, 75 por ciento aportado por el gobierno federal) uno de los apartados establece los compromisos adquiridos por el estado para ‘desarrollar e implementar, en el ámbito de su competencia, medidas de prevención, así como investigar y sancionar las agresiones de las que sean objeto las personas defensoras de derechos humanos y periodistas, de conformidad con los artículos 34, 41 y 44 de la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas (tomado del muro de Facebook de la periodista Joana Maldonado).
A propósito de periodistas, su ejercicio y protección, baste el comentario anterior para destacar el grave error político y administrativo cometido al derogar la ley estatal, por parte de la actual XV Legislatura, la peor por cierto que ha tenido el estado. A sus integrantes debemos agradecerles la indefensión en la que ejercemos el periodismo, pero sobre todo, ¿cómo justificará la aplicación de recursos el gobierno estatal? Es pregunta, pero más allá de la simulación no se advierte alguna otra respuesta, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
