A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban
El turista es un recolonizador, ya que con base en sus intereses, necesidades y requerimientos los lugares se transforman y se crean servicios y productos sólo con el fin de complacerlo
David Lagunas Arias
En México como en Quintana Roo, el turismo se ha convertido en una actividad rentable a pesar de los gobiernos, pues a nivel federal los recortes presupuestales no han frenado durante más de la mitad de la administración de Enrique Peña Nieto; y a nivel local los proyectos de infraestructura que son urgentes para mantener la calidad de los destinos no terminan por aterrizar; aun así, el país es ya el séptimo a nivel mundial en arribo de visitantes y las divisas generadas por dicha actividad alcanzan el 16 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
En pleno proceso electoral, cabe decir que ninguno de los candidatos a la presidencia de la República ha manifestado su visión con respecto a la actividad turística, a excepción de Andrés Manuel López Obrador, quien ha planteado la posibilidad de instalar un tren que recorra la Península de Yucatán y además descentralizar el gabinete, de manera tal que la Secretaría de Turismo se ubicaría en Quintana Roo, lo cual no suena mal, pero los destinos quintanarroenses requieren de manera urgente de acciones como la recuperación de playas y la construcción de puentes viales sobre el sistema lagunar Nichupté, para aliviar los severos congestionamientos que ocurren diariamente en Cancún, el destino turístico más importante de Latinoamérica.
En 2017, México avanzó un lugar, del octavo al séptimo, a nivel mundial en arribo de turistas, pero aun así para 2018 los recortes presupuestales en el ramo rondaron el 20 por ciento y una oleada de criminalidad azota a destinos como Cancún y Los Cabos, que se suman a la violencia que por años se ha registrado en otras ciudades como Acapulco y, como toda respuesta, el secretario federal del ramo, Enrique de la Madrid Cordero, prometió la creación de una corporación policiaca especial para los centros turísticos, y lejos de dar más soluciones planteó la posibilidad de crear gravámenes para tener recursos, según dijo, para combatir el crimen; pero al final ninguna respuesta hubo. Lo dicho, el éxito del turismo es a pesar de los gobiernos.
La administración federal ya concluye y al siguiente gobierno le corresponderá atender las demandas de infraestructura en los destinos turísticos, resulta alentador que desde ahora existan reuniones como la celebrada en febrero entre el asesor de turismo de López Obrador, Miguel Torruco Marqués, con el gobernador del estado, Carlos Joaquín González, porque para nadie es un secreto la amplia ventaja del tabasqueño en la carrera presidencial, y si desde ahora pueden enlazarse proyectos a futuro, sin duda se garantizará la viabilidad de los destinos turísticos.
Por todo lo anterior, en este espacio el escribiente ha insistido en que los próximos gobiernos municipales deberán ser capaces de responder a la dinámica de crecimiento y a las problemáticas que los destinos locales presentan, pues ganar elecciones es apenas el primer paso, lo importante es construir gobiernos eficaces.
COMENTARIO MORBOSO
La coalición “Juntos Haremos Historia”, integrada por el PT, Morena y PES, no termina de asentarse y las campañas federales están a una semana de iniciar. De acuerdo al dirigente del PES, Gregorio Sánchez Martínez, aparte de los espacios ya conseguidos por su partido, ha afirmado que la coalición deberá asignarle por lo menos cinco candidaturas a presidencias municipales en Quintana Roo, lo que avivará de nuevo la disputa entre los coaligados y agravará el riesgo de rupturas internas.
Lo interesante está en que Sánchez Martínez ha propuesto como candidato a alcalde por la capital quintanarroense, a Carlos Mario Villanueva Tenorio, actual diputado local y ex presidente municipal de esta demarcación. Sin duda el apellido le sigue favoreciendo, pues es hijo de Mario Villanueva Madrid, pero la pésima administración desarrollada ha contribuido a que el municipio Othón P. Blanco esté prácticamente de rodillas. Sin duda merecen espacios políticos, pero los othonenses son los que pagan al final, con candidatos que lo único que garantizan es seguir “con el buey en la barranca”; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.