Café Negro
Por Óscar González
Lo dio a entender ayer el diputado perredista Emiliano Ramos Hernández que aspira a la candidatura de Por México al Frente a la alcaldía de Cancún que corresponde a su partido en coalición con el PAN y MC: hasta media tarde el Comité Ejecutivo Nacional no abordaba el tema de la postulación que también busca como externo José Luis Toledo Medina.
Se entiende muy bien por qué tan cardiaco el asunto, pues ambos aspirantes cuentan con valores que son caros al Sol Azteca y con defectos que les generan rechazo: Emiliano es perredista casi desde niño, representa a uno de los “clanes” de más rancio abolengo de su partido en Quintana Roo y agrupa a militantes de la vieja guardia que ahora no lucen tan determinantes como antaño por el pragmatismo dominante en toda la política mexicana, pero que no carecen de fuerza e influencia a nivel nacional. Su principal “negativo” es que las intenciones de voto hacia él con trabajos llegarían a los dos dígitos.
“Chanito” es desde luego un postulante más, pero mucho más vendible, carismático, que luce capaz de competirle a Morena pero que arrastra con el negativo de ser un reciente priista cercano al exgobernador Roberto Borge Angulo, identificado aún con d
Si a la alianza tripartita, a pesar de que sus dos institutos más fuertes prestaron sus pabellones para la carrera de Carlos Joaquín González a la gubernatura, no le interesa ganar Benito Juárez, el municipio más poblado y económicamente más importante de Quintana Roo, un candidato nativo del Sol Azteca como Emiliano seguramente sería la mejor selección; si, por el contrario, quieren hacer el esfuerzo por conquistar la impredecible plaza de Cancún no deben dudar en arropar al extricolor, que se ve con mucho mayores arrestos para dar la batalla.
Eso es lo que hasta ayer no se habían sentado a discernir en la mesa ad hoc en Benjamín Franklin 84, Ciudad de México, los jerarcas centrales, ya que en el destino turístico más importante del país y Latinoamérica las cosas se pusieron complicadas, y no nos creemos eso de que la inclusión de José Luis Toledo en la mancuerna no haya sido con, por lo menos, el permiso del gobernador.
Se puso peliaguda la definición.