Tiro Libre
Anwar Moguel
Como un mal recuerdo que se resiste a morir, la nociva práctica de lanzar noticias falsas a través de sitios de dudosa procedencia con el único afán de causar daño moral resucitó esta semana, cuando la conocida página de Facebook “Impacto Quintana Roo”, que tiene más de 40 mil seguidores, fue clonada en una cuenta alterna con menos de 70 “likes” desde la que se orquestó un burdo ataque contra el hijo del gobernador Carlos Joaquín González, con intenciones de manchar la imagen del mandatario.
La “nota”, redactada con imperdonables faltas de ortografía y errores de sintaxis comunes en estudiantes de tercero de primaria, detonó en las redes con fuerza ficticia, pues se utilizó publicidad pagada para volverla viral, tal como ocurría en el sexenio pasado, donde el ex gobernador Roberto Borge Angulo creó una red de bots y clones para soltar la hiel de sus miserias personales. Por supuesto, también utilizó a algunos medios formales y columnistas que se prestaron para desinformar, atacar y embarrar de estiercol con mentiras y calumnias a quien les ordenaran.
Uno de los blancos favoritos del caprichoso ex mandatario, hoy preso en un penal federal, fue justamente el actual gobernador, Carlos Joaquín González, que sufrió por casi todo el sexenio la incesante metralla mediática, lo que al final de cuentas contribuyó a su causa porque los ciudadanos se identificaron con él y lo apoyaron para echar al virrey y a su partido del gobierno estatal.
Carlos Joaquín sabe que estos ataques no hacen mella, y a decir verdad hasta “concha” debe tener por todo lo que soportó en los últimos años, pero no deja de preocupar el hecho de que esta nefasta herencia del oscurantismo borgista siga vigente y engañando a los incautos.
Porque muchos nos enteramos de esta “fake new” vía whats app, donde sorprendentemente incluso periodistas experimentados, conocedores del medio, difundieron la información sin verificar la fuente en un acto, por decir lo menos, irresponsable.
No es el primer caso ni será el último de que se utilicen notas falsas y sitios clonados para golpear a enemigos políticos, sobre todo en estos tiempos de efervescencia electoral, por lo que somos los comunicadores y los lectores quienes tenemos la responsabilidad de buscar la verdad y de no dejarnos engañar, educándonos para rechazar la información basura.
Mi colega y buen amigo Óscar González, sostiene la tesis de que en plena era de las redes digitales los medios tradicionales, como la prensa y la televisión, no desaparecerán e incluso se fortalecerán, justamente porque proveen una fuente confiable de información, con periodistas reales que sustentan las noticias, opiniones y análisis vertidos con su nombre y apellido, a diferencia de lo que sucede en las redes, terreno indómito donde la mentira opaca a la verdad, donde libertad de expresión se convierte en libertinaje y la información en simple ruido.
Creo que esta vez Óscar puede tener razón.
Twitter: @PoliticaQR